tag:blogger.com,1999:blog-42591992865046576102024-02-21T00:49:23.143-08:00El Correo del AtamánHistoria, relatos, fantasía, ciencia ficción, videojuegos y gilichorradas varias.
Todo esto es lo que encontraréis en "El Correo del Atamán".Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.comBlogger51125tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-56600453608556139482013-06-13T02:31:00.000-07:002013-06-13T02:31:43.998-07:00La venganza del Káiser.
<div style="margin-bottom: 0cm;">
¡Buf! Si que llevo tiempo sin actualizar.<br />Perdonadme por ello. Estoy en la fase crítica del TFM: corrección y entrega. Ya sabéis lo que eso significa.<br />Voy a actualizar con un nuevo relato ambientado en Verne. Es bastante corto. Espero que os guste.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i> Festung Adlerstein era el castillo
donde residía el rey de Junkerland. Cuando el Káiser Reinhardt
reunificó los estados del antiguo Santo Imperio Barbárico Laureado,
se convirtió también en la residencia del emperador de la
Witterungkönfederation. El castillo era una colosal estructura
construida en la falda del monte Köning, a unos pocos kilómetros de
la capital confederada, Kaiserstadt. Entre las 542 habitaciones que
poseía, una de las más conocidas era la Estancia de Duelos. En
ella, los reyes de Junkerland ejercitaban su capacidad innata para la
esgrima, algo que siempre ha llamado la atención de otros
gobernantes de Verne. Como descendiente directo de esta casta de
nobles guerreros, Reinhardt practicaba todos los días. Todavía
recordaba cuando perdió su ojo izquierdo en un duelo llevado acabo
por el honor de Hildegard, la hija del Duque de Donau y prometida de
Reinhardt, que había sido insultada por un embajador del Sultanato
Creciente. Aquel día, la habilidad para el manejo de la espada del
gobernante de Junkerland quedó en entredicho. Sin embargo, todo
acabó bien: el sultán mandó ejecutar al embajador por su
comportamiento y pidió disculpas al Káiser.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La Estancia de Duelos era una amplia
habitación rectangular cuyas paredes estaban forradas con
mostradores donde estaban colgadas toda clase de espadas, desde un
gladius usado por algún legionario del Imperio Laureado hasta una
zweinhander de dos metros de largo de finales de la Edad del Acero.
Uno de los más curiosos artilugios presentes en la sala era un
autómata de instrucción de fabricación losangita. El hombre
mecánico tenía una llave que permitía cambiar su habilidad con la
esgrima, desde “Aprendiz” hasta “Maestro de espadas”. Por
supuesto, Reinhardt siempre seleccionaba la última opción. La
máquina contaba además con unas dianas de goma que representaban
puntos vulnerables de la anatomía humana. Si el atacante conseguía
acertar en una, el autómata se desconectaba.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Aquella tarde, Reinhardt estaba más
agresivo que de costumbre. Ante la impasible mirada de Friedrich, uno
de los sirvientes de palacio, el káiser atacaba al ágil autómata
con rabia, imaginando que la máquina no era otra que la zarina de la
Horda Polar. La traición llevada acabo por la joven en la batalla
del paso de Krambalash, usando a los valientes soldados de la
confederación como cebo, le hacía hervir la sangre. Mientras que
Reinhardt desviaba con el filo de su g<span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">lockenschläger
uno de los envites del autómata, entró en la estancia el canciller
Von Eisenstahl.</span></span></i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Espero no interrumpirle, majestad- dijo el viejo político.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Tranquilo, ya acabo- Reinhardt aprovechó una bajada de la guardia
del autómata para clavarle la punta de su espada en la diana del
pecho. La máquina se paró en seco, dejando caer la espada que
portaba al suelo con un gran estrépito- Odio que dejen caer de esa
manera las armas. Podrían romperse. Espero que los losangitas
solucionen ese problema.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
Reinhardt se acercó a su sirviente, el cual le ofreció una toalla
para secarse la sudor de la cara y manos. Se giró hacia el canciller
mientras se secaba.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-¿Y bien?- preguntó.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-La votación en el Landerstag ha estado bastante reñida. A los
reformadores les ha parecido mala su idea de declararle la guerra a
la Horda Polar, alegando que nadie en la historia de la humanidad ha
conseguido vencerla- contestó el canciller.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-El líder de ese partido es historiador. Los historiadores viven en
el pasado- Reinhardt devolvió la toalla a su sirviente, el cual se
despidió agachando la cabeza brevemente mientras salía de la
habitación.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Glöck es historiador, sí- respondió el canciller- De las mejores
mentes que han nacido en nuestra tierra. Sin embargo, es esa
genialidad lo que le convierte en un poderoso adversario para el
Partido Junker. Al principio pensé que el Landerstag desestimaría
su propuesta, majestad, pero hemos encontrado unos aliados
inesperados en los igualitaristas.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
Reinhardt se sorprendió al conocer la noticia.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-No me extraña- dijo el káiser- Ekaterina persigue a sus camaradas
y los ejecuta sin ningún miramiento. Apoyar la declaración de
guerra sería una buena forma de ayudarles.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-En efecto pero recuerde que los igualitaristas son un arma de doble
filo: si se unieran a sus camaradas, podría estallar su revolución
en nuestras tierras.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Sí, es un gran riesgo- contestó Reinhardt- pero continúe,
Esienstahl.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Bien- el canciller se aclaró la garganta-. Tras el discurso de
Glöck, el líder de los igualitaristas recitó una lista de todas
las atrocidades que la zarina cometió contra sus camaradas, lo que
encendió los ánimos de aquellos miembros de la cámara que quieren
ir a la guerra. Tendría que haberlo visto. El presidente de la
cámara estuvo a punto de desalojar el hemiciclo si se seguía
alterando el orden de aquella manera- Reinhardt se rió imaginándose
la escena- Por suerte, el Landerstag aprobó la declaración de
guerra contra la Horda Polar.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
Una sonrisa se dibujó en la cara de Reinhardt.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-¡Excelente! Será mejor comenzar los preparativos para la invasión
enseguida.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
La seriedad inundó el rostro del canciller.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Sin embargo, recuerde el dicho, majestad: “Ejército que entra en
la Horda Polar...”</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-”Jamás volverá.”-interrumpió el emperador- Sí, lo sé. Sería
un suicidio. Incluso transportando a las tropas en dirigibles el frío
congelaría los rotores de las hélices. Creo que deberíamos esperar
al verano.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Buena decisión- asintió Eisenstahl- También le advierto que
deberíamos empezar a llevar acabo negociaciones diplomáticas para
buscar un aliado. ¿Qué tal Losange?</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-¡Ja! No me haga reír canciller. Aunque su tecnología es digna de
elogio, los losangitas son débiles en el combate sin ella. No.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Pues solo nos queda un enemigo común de la zarina- Eisenstahl
levantó una ceja.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Sí, mi prima.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-¿Comenzamos los contactos con el Imperio?</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Muy a mi pesar, sí. Es la única nación fuerte que nos puede
ayudar. Si tengo que soportar a Alexandra con tal de ver a Ekaterina
suplicándome perdón, lo haré.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Muy bien. Iniciaré los contactos con el Ministro de Asuntos
Exteriores del Imperio. Si no tiene nada más pensado...</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-No, Eisenstahl. Puede retirarse.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
El canciller hizo una reverencia y salió de la habitación, cerrando
las puertas.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
Durante la cena, Reinhardt miraba al cielo rojo del atardecer que se
divisaba por los ventanales del castillo. Se quedó ensimismado
viendo como un águila volaba en dirección al horizonte, hacia la
Horda Polar.
</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
Al otro lado de la mesa Hildegard, la esposa de Reinhardt, miraba al
káiser. La muchacha era el vivo ejemplo de lo que muchos llaman
“belleza confederada”: rubia, con una melena recogida en una
recatada trenza que le llegaba hasta la cintura, ojos claros y tez
clara.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Cariño, ¿estás bien?- preguntó con cierta preocupación.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-¿Eh?- Reinhardt salió un momento de su trance- Sí, mi amor, no te
preocupes- el emperador esbozó una cálida sonrisa a su amada que
convertía la cicatriz que recorría su rostro en un arco. Hildegard
le correspondió con otra sonrisa aunque ella sabía que su esposo
estaba así por la guerra que se avecinaba. Tras probar un
ligero bocado, Reinhardt volvió a mirar por la ventana para
descubrir que el águila se había convertido en un lejano punto en
el cielo.</i></div>
<i>
</i><div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<i>
-Amiga- pensó- Pronto no volarás sola.</i></div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-81191892181015225002013-05-22T03:31:00.003-07:002013-05-22T03:34:36.391-07:00El diario de Mikhail Shorobiensky.<div style="margin-bottom: 0cm;">
¡Hola, gentes!<br />
Después de terminar una de las partes más pesadas del TFM (el maldito Estado de la Investigación), me apetecía relajarme escribiendo un rato.<br />
Así que aquí os dejo con el resultado. Volvemos a los dominios de la Horda Polar con nuestro científico loco favorito.<br />
Antes de empezar, una advertencia: soy un hombre de letras, no de ciencias. Todo lo que vais a leer es más fantástico que verídico, así que perdonarme si cometo algún error gordo.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Extractos del diario sonoro del Dr.
Mikhail Shorobiensky, responsable de la División de Investigación y
Desarrollo de Armamento Especial del Ejército Polar.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Asunto: Proyecto Shurale</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>ADVERTENCIA: DOCUMENTO CONFIDENCIAL.
</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>SI ESTE DOCUMENTO SALE DE LOS ARCHIVOS
DEL EJÉRCITO POLAR, EL RESPONSABLE SERÁ CONDENADO A LA PENA CAPITAL
ACUSADO DE TRAICIÓN Y TRÁFICO DE SECRETOS DE ESTADO.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 1</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Probando... Probando... ¿Se.. se oye?
Sí... Creo que sí.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Bi... Bien. Soy Mikhail Shorobiensky,
doctor en biología por la Universidad de Polyarnyygrad. He sido por
su Excelencia, la zarina Ekaterina, para desarrollar un nuevo arma
para el Ejército Polar. Para ello, se me ha concedido el uso de un
laboratorio del Hospital de Veteranos de Guerra. La habitación es
algo lúgubre pero tiene todo el instrumental necesario para mi
investigación, además de ser los suficientemente alta para que
quepa la cámara de cría de mi invención sin ningún problema. Le
he pedido a su Excelencia la recogida de muestras necesarias para
llevar acabo mi experimento. Espero que todo salga bien. Todo el
mundo sabe que ocurre cuando se le falla a la zarina.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 4</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Acaban de llegar las muestras que pedí:
pelo de oso, restos de piel humana y escamas de troll de ciénaga.
¡Maldición! Me las han traído en una simple caja de madera, sin
ningún tipo de precinto. Espero que no se hayan contaminado pero me
da miedo decírselo a su Excelencia. Puede que no se lo tome muy
bien.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 6</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Acaban de llegar los recipientes de
cristal con líquido amniótico. A una de las enfermeras que me ayuda
se le resbaló uno de ellos, derramando el preciado líquido de la
vida. Estuve a punto abofetearla pero conseguí calmarme.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 7</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Mezclé las muestras de pelo, piel y
escamas en una probeta y la herví a 100º C. con agua, obteniendo
una solución salina que vertí en una bolsita hecha con la piel
humana de algunas muestras. Conecté la bolsita al tubo de
alimentación de la cámara y la llené con el líquido amniótico.
Sellé el compartimento.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 20</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El experimento parece ir bien. La
bolsita con la mezcla se está convirtiendo en un feto de mamífero.
Todavía no sé que forma tendrá la criatura resultante, es
demasiado pronto. La estoy alimentando a través del tubo de
alimentación con una papilla hecha de carne y legumbres que pedí a
los cocineros del hospital que realizaran.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 34</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Es sorprendente lo rápido que se está
desarrollando. Tal como predije en mi tesis, la cámara de cría es
el lugar idóneo para desarrollar un ente biológico el doble de
rápido que en un útero de cualquier animal. Ya tiene presente los
brazos y las piernas. Parece que las manos y los pies van a ser
bastante grandes. El rostro es alargado y algo grotesco, la verdad,
pero creo que va ser una criatura formidable.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 40</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La criatura ya presenta bastante rasgos
distintivos. Le está creciendo pelo por toda la dermis. Está
empezando a desarrollar los dientes, bastante afilados por lo que
parece. Las manos y pies se han convertido en garras a las que le
están creciendo unas impresionantes uñas. Todo parece ir bien por
ahora. Avisaré a su Excelencia de mis progresos esta tarde.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 52</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Esta mañana ha llegado la coronel
Tereshkova con un grupo de soldados al hospital. Dice que a partir de
ahora, habrá un grupo de estos hombres vigilando las 24 horas del
día el laboratorio y los alrededores del hospital. Le pedí por
favor que no entraran durante el experimento, que solo se quedaran en
la puerta. Accedió a ello. Esa mujer me da escalofríos. No presenta
ningún tipo de emoción a la hora de hablar ni de relacionarse con
la gente y ni siquiera genera sonidos al andar. Hay algo en ella que
no me gusta.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Sobre la criatura, todo marcha según
lo previsto. Cada vez está más desarrollada. Dentro de dos meses
estará completa si sigue este ritmo.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 60</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Acaba de visitarme el Dr. Dmitry
Khorsov, director del hospital. Dice que está preocupado con mi
experimento. Al ver a la criatura dice que le embarga un sentimiento
de terror y cree que la Guardabosques no permitiría que jugase así
con su creación. ¡¿QUÉ?! ¿Cómo es posible que un hombre de
ciencia esté tan aferrado a esas supersticiones? ¿Cómo podrá
avanzar la humanidad si siente miedo por algo irracional? ¿Ahora
resulta que los dioses nos temen? Tal vez sea el inicio de una nueva
era: la Era del Hombre, en el que la ciencia nos pondrá a la altura
de los dioses hasta hacerles caer de sus pedestales. Si esta criatura
inspira terror en el corazón de los hombres, entonces mi experimento
habrá tenido éxito y habré creado un arma perfecta.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 75</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La criatura está casi desarrollada por
completo. La contemplo. Es una maravilla, un ejemplo de lo que el
hombre puede llegar a hacer con la naturaleza. En su semblante
terrorífico reside su belleza. Un sentimiento de poder llena mi
pecho. Tal vez sea lo mismo que sienten los dioses cuando crean algo
nuevo. ¿Seré un nuevo dios? ¿Será la ciencia una nueva religión
que desbancará al Antiguo Panteón?</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 82</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Estoy aplicando unas ligeras descargas
eléctricas a la criatura usando como conductor el líquido
amniótico. ¡Asombroso! Sus músculos se contraen y se relajan con
una agilidad pasmosa. Todavía le falta un poco para estar completa
pero este hallazgo me hace pensar en que será un ser al que nadie
podrá enfrentarse en combate.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 100</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Hace cien día del inicio del
experimento y todo ha salido como lo he planeado.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Es un día especial. En honor a ello,
voy a bautizar a mi criatura. Recuerdo una historia que me contaba mi
padre cuando era pequeño. Era sobre una criatura, ya extinta, cuyo
semblante hacia que el más aguerrido de los héroes se convirtiera
en un cobarde. Nadie podía hacer frente a ese ser. Tan solo los más
valientes de entre los kozaks las cazaban. A estas creaciones de la
naturaleza se las llamaba shurales. Pues bien: yo te bautizo, mi
creación, como shurale.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 117</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La criatura está completa. Abrí la
cámara para verla más de cerca. Mi sorpresa fue cuando una de las
garras salió del líquido amniótico a toda velocidad. Por suerte,
pude esquivarla a tiempo pero me llevé un buen rasguño. Pedí al
personal del hospital que trajeran material quirúrgico para curar mi
herida. Cuando la enfermera entró, tiró la bandeja al suelo, dio un
gritó y salió histérica de la habitación. La visión de la
criatura fue tan terrorífica para ella que no pudo soportarla. Eso
significa que mi experimento ha tenido éxito. Más tarde, le pedí a
los soldados que vigilaban el lugar que trajeran una jaula para
encerrar al shurale el día de su presentación ante su Excelencia.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Día 124</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ha llegado el día tan ansiado por mí.</i></div>
<i>
</i>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>He sacado a la criatura de la cámara
cuando estaba dormida. Pesa bastante pero mi complexión y los
sistemas de poleas del laboratorio me han ayudado. Cuando creía que
todo iba bien, el shurale se despertó y me dio otro zarpazo. Esta
vez la herida es profunda pero he conseguido curarla. El suelo está
lleno de una mezcla rosácea de líquido amniótico y sangre. Metí
al shurale como pude en la jaula. Creo que será mejor que avise a la
zarina para su presentación pero necesito descansar y... ¿Qué son
esas voces en el pasillo? ¿Podría ser? Sí, creo que tengo visita.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Todo esto responde a la pregunta "¿cómo creó Shorobiensky a los shurales?". Pues ahí lo tenéis. Si veis algún error en cuanto a ambientación o faltas ortográficas, avisadme.<i> </i></div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-2557050651215462142013-05-02T08:30:00.001-07:002013-05-02T08:30:45.310-07:00En las calles de Balbuta.
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Es la hora de la batalla final.<i> </i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La Horda Polar avanzaba por Vishnia
aplastando cualquier núcleo de resistencia imperial.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Aquellos súbditos de Su Majestad que
se rendían eran internados en campos de prisioneros por orden
expresa de la zarina. Había que enseñarle a esos indeseables que
ocurría cuando alguien osaba enfrentarse a Ekaterina. Mientras
tanto, el Dr. Shorobiensky se encargaba de reabastecer al ejército
polar de shurales en el laboratorio que se había instalado en el
dirigible en que viajaban. Todo iba según lo planeado.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Y en el horizonte apareció Balbuta.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La ciudad de las maravillas, capital de
Vishnia, cuyo rajá rendía pleitesía a Alexandra, estaba delante.
Sus pagodas de oro resplandecían por efecto de la luz del sol. El
final de la guerra estaba cerca y Ekaterina saboreaba la victoria.
Esta vez, la emperatriz decidió apearse del dirigible e ir al campo
de batalla en persona. De las caballerizas del transporte sacaron a
Vsévolod, el caballo diestro blanco de Ekaterina. Con gran agilidad,
Ekaterina montó en la bestia. Tachenko hizo lo mismo con su caballo
y, dando una enérgica orden, el ejército de la Horda se dirigió a
las calles de Balbuta.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Desde una colina cercana al lugar,
nuestros dos protagonistas y sus escoltas divisaban el campo de
batalla sin dificultad. Ekaterina estaba eufórica.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Ja, ja! ¡Pronto Vishnia será mía!</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No te confíes, pequeñaja. Todavía
pueden esconder un as debajo de la manga- contestó Tachenko, con una
tranquilidad sorprendente para el decisivo momento que se estaba
llevando acabo.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Cómo? Tenemos a los shurales. Si
algo va mal, solo tenemos que soltarlos.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Al igual que en Krambalash, y en el
avance al interior del subcontinente, Shorobiensky estaba oculto con
su ejército de criaturas. No obstante, esta vez se encontraba en el
interior de un almacén de la ciudad, conectado por radio con el Alto
Mando.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La batalla comenzó con unas cuantas
salvas de artillería para “allanar” el terreno. Algunos
edificios estaban siendo usados por las tropas imperiales como
blocaos, así que había que echarlos de allí y si la estructura se
colapsaba con ellos dentro, mejor que mejor.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Luchar en las calles fue otro cantar.
Las formaciones de campo abierto no servían de mucho y se corría el
peligro de ser abatido por un tirador. Los tanques eran presa fácil
para las trampas explosivas que dañaban sus orugas, inmovilizándolos
y dejando a su tripulación a merced de los lanzallamas y granadas.
En cada esquina, en cada puerta, un soldado polar forcejeaba con un
imperial para clavarle la bayoneta hasta el fondo. Sin embargo, si en
algo destaca el ejército de la Horda Polar es en luchar en esta
clase de escenarios. Usando los tanques caídos como parapetos, los
soldados polares podían disparar sin riesgo de ser alcanzados por
los imperiales. En cuanto una bolsa de resistencia imperial caía o
daba síntomas de cansancio, los polares asaltaban su posición para
rematar a todo imperial que quedase vivo. El objetivo principal era
llegar hasta la mansión del gobernador, donde se encontraban
atrincherados este y el rajá.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Las tropas polares estaban cada vez más
cerca de su objetivo. Los soldados imperiales no tenían otra que
replegarse hasta el hogar del gobernador, donde se habían levantado
grandes muros de hormigón para protegerlo, convirtiendo la mansión
en una auténtica fortaleza. Ante esta situación, Ekaterina espoleó
a su caballo y salió al trote.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Se puede saber a dónde vas,
pequeñaja?- gritó medio enfadado Tachenko.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡A liderar a mis hombres! ¡No quiero
perderme esto!- respondió eufórica la zarina.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Tachenko gruñó algo en voz baja y
siguió a Ekaterina, seguido por su escolta.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Llegaron a un lugar seguro alrededor de
la mansión. Los soldados polares colocaban cargas explosivas en la
paredes de hormigón para derruirlas pero muchos de ellos no llegaban
a accionar el temporizador ya que el 4º Regimiento de Tiradores de
Jamtaore les volaba la cabeza. Tan grande era la puntería de este
pueblo de cazadores del este de Vishnia que el rey Charles II, padre
de Alexandra, decidió crear un regimiento compuesto solo por gente
de ese lugar.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Las tropas polares intentaban poner fin
a los disparos de los de Jamtaore pero era imposible debido a que
estaban bien resguardados en torres de vigilancia hechas de hormigón,
construidas al mismo tiempo que el muro que protegía la casa del
gobernador.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Argh! ¿Es que nadie va a acabar con
ellos?- dijo Ekaterina desmontando de su caballo para acercarse a uno
de los parapetos, hecho con un carro volcado. Los soldados saludaron
a su emperatriz.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Dejad de hacerme la pelota y seguid
luchando!- gritó Ekaterina. Los soldados obedecieron sin rechistar.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Tachenko bajó de su caballo y se
dirigió hacia el lugar donde estaba Ekaterina.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Tal vez podríamos rodearlos- dijo el
mariscal.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-O tal vez podríamos soltar a los
shurales- dijo la emperatriz que, sin perder tiempo, cogió su radio
portátil y dio la orden a Shorobiensky de soltar a las bestias.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Pe... pero, su... su excelencia- dijo
el científico al otro lado del auricular- Po... podrían matarla
y...</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Shorobiensky! ¡Es una orden de tu
emperatriz! ¡Hazlo ahora! ¿O prefieres pasar una larga temporada en
Yokutva?- dijo Ekaterina.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No... No, su... su excelencia-
respondió Shorobiensky.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bien, veo que me comprendes.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>En el almacén, Shorobiensky colgó el
auricular, abrió las puertas y dejó que sus creaciones salieran
hacia la mansión del gobernador.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Cuando el restañar de las garras en el
suelo de los shurales y sus horripilantes gritos se hacían cada vez
más fuertes, los soldados polares corrieron a esconderse donde
podían.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Pequeñaja, será mejor que nos
escondamos antes de que lleguen esas cosas- dijo Tachenko.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Argh! Está bien- dijo Ekaterina.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Cogieron a sus caballos y se ocultaron
en un edificio de paredes gruesas y dos plantas, al parecer un
mercado, cercano al palacio. Desde una ventana del primer piso,
Ekaterina observaba como los shurales escalaban las paredes de
hormigón y se internaban en los jardines de la mansión.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí, todo está saliendo como lo he
planeado- dijo Ekaterina con una sonrisa diabólica.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Pero su sonrisa se borró cuando una
luz dorada convirtió a los shurales en bolas de fuego. Las criaturas
se retorcían de dolor en el suelo hasta que eran reducidas a
cenizas.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡¿QUÉ?!- gritó la emperatriz,
furiosa por lo sucedido.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Un mago! ¡Allí!- Tachenko señaló
a una figura que había en la azotea de la mansión. Vestía una
simple túnica blanca, algo ajada, y su cabeza estaba envuelta con un
turbante. El mago vishnio levantaba las manos y de ellas salían unas
pequeñas bolas de fuego que convertían todo aquello que tocaban en
cenizas en cuestión de segundos.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Maldición! ¡Están usando magia!
¡Tan avanzada que es Alexandra para aliarse con Losange!
¡Hipócrita!- gritaba Ekaterina completamente ida de sí.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Es imposible pequeñaja. Es
prácticamente imposible vencerlos si sus defensas son así de
impenetrables, y más si tienen un mago de su parte. Si le pasa eso a
los shurales, imagínate a los soldados- dijo Tachenko.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Sugieres que me retire, Tachenko?
¿Es eso? Tantas victorias acumuladas para rendirme en el último
momento. ¡Jamás, Tachenko! ¡Jamás!- Ekaterina desenvainó su
sable y salió por la puerta- ¡Vamos, soldados de la Horda Polar!
¡Demostradles a esos arrogantes que ocurre cuando se hace enfurecer
a un oso!</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Tachenko salió corriendo detrás de
ella.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡NO!- gritó, tirando a Ekaterina al
suelo con el impulso que llevaba. Un tirador de Jamtaore se había
dado cuenta de que la zarina estaba allí y de que sería un blanco
muy jugoso. Por suerte, Tachenko era más precavido que su emperatriz
y salió detrás de ella en cuanto divisó el reflejo de la mirilla
del rifle del tirador. La bala había impactado en la pared de atrás.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Quítate de encima!- gritó la
zarina.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡No! ¿Es que no ves que es un
suicidio?- gritó Tachenko.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Suéltame! ¡Suelt...!- Tachenko
golpeó a Ekaterina con la culata de su pistola en la cabeza,
dejándola inconsciente.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sé que por ello me ganaré una
temporada en Yokutva pero prometí a tu padre que te protegería-
dijo Tachenko mientras echaba en sus hombros el liviano cuerpo de la
emperatriz.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El mariscal volvió al interior del
edificio. Los soldados se quedaron pasmados al ver a Ekaterina sin
vida.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Está muerta, señor?- dijo uno de
los soldados con cierta emoción contenida.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No, solo inconsciente- Tachenko alzó
la voz- ¡Recoged las cosas! ¡Nos retiramos!</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Los soldados obedecieron al mariscal
inmediatamente.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>En cuestión de días, la Horda Polar
fue retirándose de Vishnia. Sin tomar la capital, la colonia era
ingobernable. Aquí y allá surgieron grupos de rebeldes que
expulsaban con éxito a las tropas polares. El Imperio envió más
refuerzos hasta que el sueño de conquistar Vishnia se esfumó.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina sabía que Tachenko había
hecho lo correcto. No podía enviarlo a las horribles minas de sal de
Yokutva pero tampoco hizo una declaración de perdón delante de él.
Era demasiado orgullosa para ello aunque Tachenko no le dio más
importancia al tema, conociendo como era la zarina.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Se firmó la paz más tarde, en el
Palacio de los Leones, en Lionscourt.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Por suerte para la Horda Polar,
Alexandra prefirió que esta fuera una paz blanca en lugar de una con
condiciones: bastante tuvo con soportar la tensión del momento como
para hacer enfadar otra vez a Ekaterina.</i></div>
<i>
</i><div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Esta vez, la zarina no pudo hacer
realidad sus sueño pero, algún día, la Horda Polar dominará el
mundo. Algún día...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Y hasta aquí, amigos míos, llegan las aventuras de Ekaterina en su intento por invadir la joya de la corona del Imperio de Su Majestad.<br />Hmmmm...<br />No estoy muy contento con el final. Creo que lo de "lo hizo un mago" es bastante precipitado. Mi objetivo era sacar un poco de la magia existente en Verne pero no me convence mucho el resultado.<br />¿Qué os parece a vosotros?<i> </i></div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-50789343659680647422013-04-28T04:10:00.000-07:002013-04-28T04:12:09.830-07:00La mano derecha del Khan.¡Hola, holita, hola!<br />
Tras aquel estúpido post sobre el cumpleaños de Roma, volvamos a la senda de la seriedad con vuestra dosis recomendada de historia para hoy.<br />
<br />
A todos nos gustan los mongoles, eso hay que admitirlo, y a todos nos gusta la historia del gran Gengis Khan. Siempre que se habla de estos jinetes de la estepa o ese habla del colega Temujin, o de Kublai o de Tamerlán. Yo voy ha hablaros de otro mongol ilustre: Subotai Baadur, la mano derecha de Gengis.<br />
<br />
<br />
Subotai nació allá por el año 1176, más o menos.<br />
Perteneciente a la etnia tuvá, el padre de Subotai era un herrero bastante habilidoso. En el año 1190, nuestro protagonista decide unirse al ejército del gran Khan, escalando puestos hasta llegar a ser comandante con tan solo 25 años. Físicamente, se dice que Subotai era tan pesado que tuvieron que construirle un carro de guerra para poder ir al campo de batalla, ya que los caballos esteparios acababan con la columna partida por la mitad bajo el peso de este hombre.<br />
La primera misión como comandante de Subotai fue durante los años 1205-1206. En ella, Subotai dio muerte a los hijos de un antiguo caudillo mongol enemigo de Gengis. Después, siguió batallando contra otros pueblos de la estepa hasta llevar a cabo la mayor operación de los mongoles hasta la fecha: la captura del sha de Corasmia. Sin embargo, una pulmonía acabó con el monarca en 1221, por lo que los mongoles decidieron emprenderla con su hijo. Debido a ello, Subotai fue enviado a explorar las regiones occidentales que llevaban hacia Rusia.<br />
Tras ir arrasando todas las ciudades que se encontraban en su viaje por Azerbaiyán, y de pasar el invierno en Armenia, Subotai derrotó al primer rey occidental con el que se toparon: Jorge V de Georgia. Acto seguido, volvieron a Armenia para preparar una posible invasión a Bagdad pero se creyó mejor volver a Georgia para acabar con otro ejército, algo que fue un éxito. Entraron a Rusia por el sur, donde capturaron la mítica ciudad de Astracán, para atravesar el Don rumbo a Crimea, donde pasaron el invierno de 1222-1223. Al volver a casa, se encontraron con una gran fuerza enemiga a la altura del río Kalka, donde se cree que en 1185 se llevó acabo la batalla contra los cumanos que relata el "Cantar de las Huestes de Ígor". En 1223, los mongoles dominaban Azerbaiyán y Georgia y habían sometido a su poder a los cumanos. Era hora de invadir Rusia.<br />
Sin embargo, el príncipe Mstislav Mstislavich de Galitzia se había enterado de la llegada de las tropas de Subotai, ya que el suegro del príncipe era uno de los khanes cumanos que habían sido sometidos por las tropas de Gengis. Junto a los príncipes de Kiev y de Chernígov, Mstislav reunió un ejército para avanzar contra tal temible enemigo. Los mongoles enviaron una delegación para hacer entrar en razón a los rusos para que desistieran de su plan pero estos hicieron caso omiso. Tras otro intento sin éxito, los rusos cruzaron el Dniéper y se encontraron con los mongoles tras nueve días de viaje en el río Kalka. ¿Recordáis que os dije que los mongoles volvían a casa en ese momento? Pues resulta que solo era una falsa retirada para pillar a los rusos con los pantalones bajados. Obviamente, los rusos fueron derrotados.<br />
Mstislav no pudo hacer otra cosa que defenderse en un cerco hecho con los carros que transportaban los suministros. Y he aquí que entra en acción un cosaco llamado Ploskin. Este era aliado de los mongoles. Ploskin actuó de intermediario con el príncipe, prometiéndole que si se rendía lo dejaría ir. El príncipe hizo caso al hombre y se rindió. Sin embargo, Ploskin apresó a Mstislav y se lo entregó a los mongoles.<br />
Tras esta gran victoria, Subotai volvió a Mongolia en un viaje que duró tres años.<br />
Tras un merecido descanso, Subotai sirvió en una campaña para acabar con la etnia de los tangut. Luego, nuestro protagonista se enfrentaría al asedio que le daría la fama: Kaifeng, ciudad asediada por los mongoles en el año 1232 y en la que Subotai tuvo que lidiar hasta con unas bombas lanzadas con catapultas por los defensores. Esa sería la única campaña en China de Subotai.<br />
Su última campaña le devolvió al este de Europa. Invadiendo Rusia y Ucrania, el ejército mongol llegó hasta Hungría. Mientras que divisiones del ejército mongol despachaban a los europeos en Liegnitz y en Transilvania, Subotai esperaba en Hungría. Tras estas victorias, el grueso del ejército llegó hasta el río Sajó donde Subotai planeó la gran victoria mongola que acabaría derrotando al ejército húngaro comandado por el rey Bela IV, usando la misma táctica de falsa retirada que acabó con el ejército del príncipe Mstislav.<br />
Era el año 1241 cuando Subotai comenzó a idear planes para la invasión de Austria, el Sacro Imperio e Italia cuando llegó la noticia de la muerte del khan Ogedei. Ante tal acontecimiento, Subotai decidió retirarse a Mongolia para no saberse más de él. Lo único que se sabe es que murió en el año 1248.<br />
<br />
Una gran historia para uno de los grandes generales del más grande de los emperadores.<br />
<br />Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-72654801774299461352013-04-18T03:02:00.002-07:002013-04-18T03:03:23.577-07:00¡Tabernero!<div style="margin-bottom: 0cm;">
Otro relato. Ya os explico más abajo.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Hay quien dice que mi trabajo no es
peligroso.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Dicen que existen otras ocupaciones a
lo ancho y largo de El Orbe más peligrosas que con la que yo me gano
la vida. Dicen que ser soldado es más peligroso. Otros que la
profesión más peligrosa está en la República Lupercal: nada más
y nada menos que la de gladiador. Incluso algunos llegan a afirmar
que ser nigromante es más peligroso aún, por aquello de jugar con
las fuerzas del más allá y de no caerle bien a nadie, ni siquiera a
los vampiros de Transcarpatia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Eso es porque jamás han sido lo que yo
soy: tabernero.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Sí, ríete si quieres pero no hay
profesión tan peligrosa como la mía.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>¿Alguna vez has tenido que tratar con
algún cliente pesado (y borracho) que no quería irse de tu local
cuando ibas a echar la llave a la puerta? ¿Dime si has tenido que
dejar KO a un orco que quería marcharse sin pagar? ¿Has tenido que
calmar los ánimos empuñando la espada de tu abuelo en una pelea
entre elfos del bosque y lupercales? ¿O lidiar con clientes
insatisfechos porque creen que una pinta de cerveza por tres táleros
es un abuso cuando en la taberna de la calle de atrás la sirve una
alta elfa enseñando canalillo por tan solo uno y medio? ¿No? Pues
esa es parte de la responsabilidad del trabajo de tabernero.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Sé que no me puedo quejar pero si
alguien os dice que servir lomos de cerdo en su jugo y jarras de
cerveza del monasterio-fortaleza de la Sagrada Luz de Falkmar es lo
único que hacemos, por favor, dale un puñetazo en la cara de mi
parte.
</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>¡Ah! No me he presentado.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Me llamo Karl Rautz. Sí, lo has
adivinado: soy un alto elfo, siervo del emperador Heinrich, temeroso
de Falkmar y todas esas cosas rimbombantes y protocolarias. Soy el
dueño de la taberna “El Alto en el Camino”, en la ciudad de
Middlenburg, a escasos kilómetros de la entrada al Condado de
Transcarpatia. La taberna fue abierta por mi tatarabuelo, pasó de
este a mi bisabuelo, de este a mi abuelo, de este a mi padre y...
Bueno... Ya sabéis. Tenemos bastante competencia debido a que
Middlenburg es la última ciudad del Imperio Solar antes de entrar en
el siniestro condado tomado por los vampiros.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Sí, no me equivocado, he dicho
“tenemos”. Sabes, no se puede trabajar solo en este trabajo. No
puedes servir las mesas, mientras atiendes la barra y vigilas que no
se te queme la sopa que tienes en el fuego. Es imposible atender a
todo eso a la vez. Bueno, conocí a un tabernero, Segismund Brumaker,
que sí podía hacer eso pero luego descubrimos que era acólito de
Gula. Fue condenado a la hoguera. Espero que tenga mejor porvenir
tirando del Carro de Hambrientos del Señor del Hambre que como
tabernero en su anterior vida.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Bueno, me he ido por las ramas. ¿Qué
te estaba contando? ¡Ah, sí! Te iba a presentar a mis empleados.
Normalmente me dedico a atender la barra y a hacer las cuentas
mientras superviso a mis empleados. Para servir las mesas tengo a
Aisling. Recuerdo el día que la conocí. Estaba tan tranquilo
fregando vasos cuando una voz femenina salió de detrás de la barra.
Giré la cabeza a ambos lados para ver quien era pero nada. Hasta que
esa voz me dijo “Aquí abajo” y me encontré con una hada de
larga cabellera roja, un enrevesado tatuaje que cubría todo su brazo
izquierdo y una espada colgada a su espalda. Me dijo que vio el
cartel que colgué pidiendo un empleado para servir las mesas en el
tablón de anuncios de la plaza mayor de la ciudad y que ella
necesitaba un empleo. Tras ponerla un día a prueba me convenció y
la contraté. ¡Je! A partir de ese día los problemas con los
clientes que querían marcharse sin pagar llegaron a su fin.
Debisteis haberla visto amenazar a un grupo de soldados de la guardia
de la ciudad que querían escabullirse de su obligación de darme el
dinero por lo consumido. Por muy armados que fueran, ninguno quería
enfrentarse a una espada de acero encantado de Hibernia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Mi otro empleado, el cocinero, es algo
bastante especial. Sé que si digo esto me arriesgo a que no volváis
por la taberna nunca más. Un día llegó a la ciudad un tipo desde
Seljukia. Todos pensábamos que era un viajero más de no ser porque,
una noche, los muertos comenzaron a levantarse de sus tumbas. El
ejército de ultratumba avanzaba por las calles de Middlenburg
liderado por este hombre, llamado Hassan Ibn Raussin. Resultó que el
“hombre” no era un hombre sino un lich: uno de esos magos locos
que deciden encerrar su alma en un objeto para permanecer inmortales
para el resto de su vida aún sabiendo que esa inmortalidad solo
afecta a su alma y no a su cuerpo. El tipo estaba viajando por todo
el mundo para levantar un gran ejército de no muertos y convertirse
en el amo supremo. Sin embargo, cometió un error: entrar en mi
taberna. El engendro comenzó a amenazarme como hizo con todos los
habitantes de la ciudad. Mientras me hablaba, me dí cuenta de que en
lo alto del cayado en el que se apoyaba había una especie de amuleto
refulgente hecho con una esmeralda. Le pregunté que qué era eso y
el lich se cabreó de gran manera que no me dejó ningún tipo de
duda: era el objeto donde guardaba su alma. Le dije que me gustaba la
joya y que si me la podía vender. Eso hizo que se enfadara aún más.
Le dije que si no me la quería vender, que podíamos hacer un trato:
si me ganaba a una partida a “Héroes de la Guerra y del Martillo”
podía quedarse con mi alma para siempre y yo le serviría como un
engendro. Por el contrario, si yo ganaba la joya sería mía y el
tendría que servirme hasta que yo muriera. La arrogancia del no
muerto hizo que aceptara el trato. ¿Sabéis qué? No conozco a nadie
que pueda ganarme a ese juego. Hassan es mi cocinero ahora y yo
guardo su alma a buen recaudo. Para sorpresa mía, el tipo hace unos
platos de rechupete. Será por aquello de que tiene todo el tiempo
del mundo para aprender a cocinar, como es inmortal...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>En fin, que el negocio va viento en
popa últimamente, incluso bajo la amenaza vampírica que se esconde
más allá de las murallas de la ciudad pero a mí me da igual. Con acabar la jornada con la bolsa llena hasta arriba de monedas
relucientes me sobra. Incluso tengo una barrica de sangre fresca
escondida en la bodega para sobornar a cualquier oficial vampírico
que se acerque por la taberna. Eso sí, no me preguntéis de dónde
la he sacado porque si las autoridades se enteran, se me cae el pelo.
Bueno, en realidad te cercenan las orejas, algo que para un alto elfo
es bastante doloroso, como podéis imaginar.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Pues eso. Si viajáis algún día
Middlenburg, pasad por mi taberna. Os haré un descuento en el plato
de pollo asado si mencionáis que habéis leído este panfleto (solo
uno por persona).</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Explicaciones varias.<br />
Veréis, después de mucho tiempo sin tocarlo, he querido volver a escribir algo ambientado en mi mundo de fantasía: El Orbe. Como muchos sabéis, tenía problemas a la hora de tocar el tema de la magia. En un principio, la cosa iba de que magos y sacerdotes eran lo mismo pero resultaba que no todo encajaba bien de esa forma. Tras muchos consejos dados por mis colegas y por vosotros, he llegado a la conclusión de que la magia será igual que en cualquier mundo de fantasía: existen magos y los clérigos pueden realizar milagros relacionados con su dios. Eso abre el abanico de posibilidades y me permite crear historias más divertidas y variadas.<br />
Espero que os haya gustado.<br />
¡Nos vemos! </div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-30330533606454235302013-04-15T10:10:00.000-07:002013-04-15T10:10:38.173-07:00De reinas portuguesas, expansiones y polémicas.¡Hola, gente!<br />
Hoy me gustaría mezclar historia y videojuegos por enésima vez, si me lo permitís.<br />
<br />
Bien, como todo el mundo sabe, uno de mis juegos favoritos es "Civilization V". Después del chasco de los DLC, Firaxis se puso las pilas para sacar expansiones como siempre tuvo que ser. La primera de ellas, "Gods and Kings", revisaba el concepto de religión tan poco pulido en el IV y lo convertía en algo divertido e importante para el desarrollo de nuestra civilización.<br />
<br />
Como algunos sabréis, va a salir otra expansión titulada "Brave New World". En ella, aparecerán nuevas civilizaciones como Brasil y Polonia pero también vuelven clásicos como los Zulúes y Portugal.<br />
Es esta última civilización la que ha puesto en pie de guerra a los seguidores portugueses del juego en los foros de <a href="http://forums.civfanatics.com/showthread.php?t=493278">Civfanatics</a>, la mejor comunidad sobre la saga de Sid Meier que existe en Internet.<br />
Y todo a raíz de la líder escogida: María I, alias "La Loca".<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://sphotos-a.xx.fbcdn.net/hphotos-prn1/534403_10151584586965359_1422897066_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="230" src="https://sphotos-a.xx.fbcdn.net/hphotos-prn1/534403_10151584586965359_1422897066_n.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>¡¡¡NO ESTOY LOCAAAAAAAAAAAAAAARGH!!!</b></div>
<br />
Veréis, a los portugueses no les ha hecho demasiada gracia que les represente un personaje que tiene muy mala fama en su historia.<br />
María fue reina de Portugal en los últimos años del siglo XVIII y principios del XIX, protagonizando la huida masiva de la familia real portuguesa a Brasil ante el avance de Napoleón. La reina pasó a la historia por su carácter ultrafanático en cuestiones de religión y por su personalidad melancólica y apática. Esto, sumado a las trágicas muertes de su marido y su hijo, provocó que su estado mental pasara de inestable a desequilibrio total. Era normal que se pasara la noche y el día gritando, completamente ida de la cabeza. Tanto que la corte portuguesa tuvo que contratar al médico que se ocupaba de la perturbada mente del rey Jorge III de Inglaterra.<br />
Es por esa imagen tan negativa que a nuestros vecinos lusos no les hace demasiada gracia su presencia en el juego.<br />
<br />
¿Sabéis mi opinión?<br />
Creo que no es para tanto. La historia no es blanca ni negra. Es más bien gris. Todo los líderes políticos, por muy buenos que fueran, siempre tienen un lado negativo. Creo que la mayoría de quejas están sobreactuadas. De hecho, hay gente que se queja de que el logo de la civilización portuguesa sean los escudos colocados en forma de cruz. Si eso no es portugués, ¿entonces qué?<br />
Además, no creo que sea el peor caso de líder horrible en el juego. Mirad quien nos recibía en el primer Civilization cuando contactábamos con los rusos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://games.mail.ru/pic/pc/gallery/bc/d2/sid_meiers_civilization_screenshot_38b2d8ba.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://games.mail.ru/pic/pc/gallery/bc/d2/sid_meiers_civilization_screenshot_38b2d8ba.png" height="233" width="320" /></a></div>
<br />
<i>Dame todo tu oro o pasarás el resto de tu vida en un gulag de Siberia</i>.<br />
<br />
Sí, amigos míos, el tío Pepe.<br />
Que tu nación sea representada por un tío que fue capaz incluso de hacer que su mujer se suicidara me parece que es peor que una chica que se pasa el resto del día gritando incoherencias.<br />
<br />
¿Más ejemplos?<br />
Los españoles nos hemos tenido que conformar con Isabel.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://cdn2.dualshockers.com/wp-content/uploads/2010/12/isabella_disappoint.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://cdn2.dualshockers.com/wp-content/uploads/2010/12/isabella_disappoint.jpg" height="173" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Grrrrrrrrrr...</i></div>
<br />
No es que fuera una mal gobernante pero es que no conozco a ningún jugador de Civ español que le caiga bien. Es más, en todos los juegos la sacan bastante prepotente. Eso explica que los mods para cambiar al líder de España por Carlos I o Felipe II arrasen entre la comunidad española.<br />
<br />
En fin, que la gente se queja por puro vicio, ¿no os parece?Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-75744277622353212122013-04-11T02:37:00.000-07:002013-04-11T02:39:10.318-07:00La batalla del paso de Krambalash.Es hora de que comience la invasión, ¿no os parece?<br />
<br />
<i>Desde su privilegiada posición en lo alto del puesto de observación del dirigible de mando “Zar Anatoly”, Ekaterina podía ver la inmensidad del campo de batalla en que se convertirá en unos minutos el paso de Krambalash. Este era el lugar adecuado para desplegar la maquinaria de guerra de la Horda Polar en su intento por invadir Vishnia, la joya de la corona del Imperio de Su Majestad. Los imperiales no se habían quedado de brazos cruzados y habían reforzado sus fronteras con más hombres y más armamento pesado, además de cavar metros y metros de trincheras.<br />-Hmmmm... Ni rastro de la Garra del León ni de los marcheurs- dijo Ekaterina- Creo que esto va a ser más fácil de lo que pensaba.<br />A su lado, el mariscal Tachenko fumaba en su pipa, esperando la orden de la emperatriz para comenzar el ataque.<br />-No te confíes, pequeñaja- dijo el kozak a Ekaterina- El comandante de la guarnición de Krambalash es Sir Thomas Morris, un tipo bastante astuto: consiguió emboscar a los nakopo en la batalla de Brunwell's Rift. Dicen que hasta logró hacer pasar desapercibido a todo un batallón de tanques. Seguro que estará esperando a que nos confiemos para sacar la ayuda prestada por Abeille.<br />-¡Ja! No me asusta. Yo también cuento con ayuda.<br />Ekaterina se giró hacia babor, donde una colosal fortaleza aérea de la Witterungkönfederation, con su característica silueta alargada repleta de hélices, tapaba la luz del sol con su amenazadora presencia. En uno de los puestos de observación se podía ver al káiser Reinhardt dando instrucciones a su alto mando, señalando los movimientos y objetivos en un mapa. <br />Ekaterina cogió el auricular de la radio que había al lado suyo, encima de una tosca mesa de madera. Reinhardt hizo lo mismo con la que tenía en la mesa donde reposaba el mapa.<br />-¿Alguna novedad?- preguntó Ekaterina.<br />-He pensado colocar algunos puestos de artillería en esas dos colinas- dijo el káiser.<br />-¿Gas?<br />-Por ahora no, no lo veo conveniente. Por cierto, cuando despliegues ese “arma secreta” tuya, ¿estarán a salvo?<br />-¿Qué insinúas?- preguntó Ekaterina algo mosqueada.<br />-Ekaterina, te conozco y sé que eres capaz de sacrificar cualquier vida humana por una victoria.<br />-¿Eso piensas? Creía que confiabas en mí, Reinhardt.<br />-Y confío en tí pero...<br />-Tranquilo, daré una señal para que todos los hombres se retiren del campo de batalla antes de desplegar el arma.<br />-De acuerdo. Corto- Reinhardt colgó el auricular. Ekaterina hizo lo mismo.<br />-¡Je! Solo faltaba que mi mejor aliado cuestionara mis órdenes- dijo la zarina algo enfadada. Cambió la frecuencia de la radio para contactar con el campo de batalla- Shorobiensky, ¿están preparados los shurales?<br />El científico, el cual había escondido a sus creaciones detrás de unas colinas, contestó a la emperatriz con el nerviosismo que le caracterizaba: “Sí... Sí, su ex... excelencia”.<br />-¿Tiene miedo?- dijo Ekaterina, con ánimo de divertirse con la tartamudez del biólogo.<br />-No... No, su excelencia.<br />-Bien. A mi señal, sáquenlos de las cajas.<br />-Co... como ordene. Co... Corto- ambos colgaron los auriculares.<br /><br />Al otro lado del campo de batalla, el comandante y caballero del imperio Sir Thomas Morris preparaba las últimas líneas de defensa desde la “comodidad” de una trinchera.<br />-¡Recordad!- gritaba a sus hombres- ¡La Horda Polar jamás hace prisioneros! ¡Preparaos para atacar con toda vuestra fuerza!- se giró a su ayuda de campo- Cuando ordene, contacte con el comandante Fournier para que despliegue sus fuerzas.<br />-¡Sí, señor!<br /><br />Ekaterina estiró sus delgados brazos y bostezó. Cogió la radio.<br />-¿Estás preparado, Reinhardt?- preguntó.<br />-¡Cuando quieras!- contestó el káiser.<br />La emperatriz pasó el auricular al mariscal.<br />-¡De acuerdo, Tachenko! ¡Dé la orden de ataque!<br />-¡Sí, su excelencia!- Tachenko cogió el auricular de la radio- ¡A todas las unidades! ¡Despliegue!<br />-¡Sí, señor!- dijo el comandante a cargo de las tropas de tierra.<br />En el campo de batalla pronto se desplegaron unidades de infantería y carros de combate en perfecta formación. Con paso constante, iban acercándose más y más a las defensas imperiales, haciendo frente a la lluvia de metralla de la artillería enemiga. Mientras, la artillería confederada golpeaba el campo de batalla, mandando a algunos soldados y puestos de artillería imperiales a los campos de caza del Ejecutor. Cuando estos estaban a escasos pasos, Tachenko dio la orden de carga. Con valentía, los soldados de la Horda calaron bayonetas y asaltaron las trincheras. Los soldados de ambos bandos caían por doquier, víctimas de los disparos y de los acuchillamientos. Sin embargo, las tropas de la Horda vencieron, haciendo que los soldados imperiales retrocedieran hasta la posición donde se encontraba el comandante Morris.<br />-¡Avise a Fournier!- ordenó el comandante imperial.<br />El ayuda de campo cogió la radio y ordenó al comandante losangita que hiciera acto de presencia.<br />Las riadas de soldados de la Horda parecían no terminar nunca.<br /><br />-¡Ja, ja, ja! ¿Has visto eso, Tachenko? ¡Te dije que no aguantarían! ¡A por la siguiente trinchera!- Ekaterina estaba eufórica.<br />-Hmmmm...- Tachenko se atusó los bigotes- Aquí hay algo que me escama.<br />De repente, comenzó a sonar un ruido. Era como si alguien golpeara una pared con sus puños desde el otro lado. El sonido fue haciéndose más fuerte hasta sonar como si el Herrero hubiera descendido de los cielos y se hubiera puesto a trabajar en mitad del capo de batalla. La radio sonó.<br />-¡Señor! ¡Señor!- era el comandante dirigiéndose a Tachenko- ¡Por todos los dioses! ¡Señor!<br />-¿Qué ocurre?<br />-¡Los losangitas! ¡Los losang...!- la comunicación se cortó.<br />El mariscal se giró hacia la dirección donde estaban sus hombres y soltó el auricular con un gesto de espanto.<br />-¡Loado sea el Mariscal!- Tachenko se santiguó al ver la imagen: dos marcheurs estaban haciendo picadillo a sus tropas con sus torretas de ametralladoras. Los estilizados autómatas tripulados aplastaban a los soldados de la Horda con sus cuatro patas mientras que sus cañones volaban en pedazos los acorazados polares. Sus corazas parecían impenetrables para los proyectiles lanzados por estos últimos.<br />Lo peor no fue eso. Un fogonazo como nunca antes se había visto iluminó el campo de batalla.<br />-¿Qué demonios ha sido eso?- preguntó Ekaterina mientras se protegía los ojos con la mano.<br />Cuando la luz disminuyó, los puestos de artillería confederados se habían convertido en cráteres humeantes. Tras las trincheras imperiales, la alargada figura de un cañón, terminado en un borne eléctrico gigantesco, se alzaba sobre el campo de batalla.<br />-¡La Garra del León!- gritó Ekaterina- ¡No estaba desplegada! ¡Por eso no la vimos!<br />-Seguro que Morris ha usado telas de camuflaje para que pasara desapercibida. Te dije que era un genio, pequeñaja- dijo Tachenko.<br />La radio sonó. Era Reinhardt.<br />-¡Maldición! ¡Ekaterina, he perdido varias piezas de artillería por culpa de eso! Espero que tu “arma secreta” nos ayude.<br />Ekaterina sonrió. Cambió de frecuencia.<br />-¿Shorobiensky?<br />-Sí, su... su excelencia.<br />-Libere a los shurales.<br />Al otro lado, la sonrisa diabólica volvió al rostro del biólogo.<br />-Será un placer.<br />El Dr. Shorobiensky, revestido con la armadura para protegerse del ataque de algún shurale descarriado, dio orden a los cuidadores para que abrieran las cajas. Tras golpearlas, las criaturas salieron a toda velocidad lanzando unos escalofriantes aullidos. Los cuidadores tuvieron que usar sus bastones eléctricos para dirigirlos a donde querían: a las trincheras imperiales.<br />-¡Bien!- dijo Ekaterina- Por suerte, la Garra tardará en cargarse para disparar otra vez. Tenemos tiempo de sobra.<br />La radio volvió a sonar con la voz de Reinhardt.<br />-¡Ekaterina! ¡Por todos los dioses! ¿Qué demonios son esas cosas? ¿Son el arma secreta?<br />-Sep- contestó Ekaterina, sin darle mucha importancia a la pregunta del káiser.<br />Reinhardt alzó la voz.<br />-¡Me prometiste que retirarías a los hombres del campo de batalla antes de desplegarla!<br />-A los tuyos- contestó Ekaterina sin alterarse- Y, ahora que han sido reducidos a polvo y cenizas, no hay ningún problema.<br />Reinhardt calló por un instante hasta que su mente comprendió lo que realmente estaba pasando.<br />-¡Un momento! ¿Usaste a mis tropas como señuelo para la Garra?<br />-¡Jí, ji, ji! Me has pillado.<br />-¿Qué? ¿Te estás riendo de mí? ¿Del Káiser?- el emperador cada vez estaba más furioso.<br />-Tranquilo, Reinhardt. Has realizado bien tu trabajo y te lo agradezco.<br />-¡Lo sabía! ¡Von Eisenstahl me lo advirtió pero no quise hacerle caso! ”Solo le está usando para sus propios beneficios, majestad”, me dijo. ¡Maldita seas, Ekaterina Fyodorovna Zoldanowich! ¡Maldita seas cien veces! ¡Espero que Ella te descuartice por toda la eternidad en la otra vida! ¡Nuestra alianza queda rota! ¡Me retiro!<br />La comunicación se cortó. Acto seguido, la fortaleza aérea puso en marcha los rotores que le permitían desplazarse en el aire. El sol fue iluminando nuevamente el campo de batalla a medida que el monstruoso vehículo se dirigía de vuelta a la Witterungkönfederation.<br />-¿Crees que has hecho bien, pequeñaja?- preguntó Tachenko- Recuerda que Reinhardt no olvida las ofensas tan fácilmente.<br />-Me da igual. Todo ha salido como yo quería. Ahora, contemplemos el espectáculo.<br /><br />Los shurales llegaron hasta donde estaban los marcheurs. Sin distinguir amigos o enemigos, las criaturas despedazaron a algunos soldados de la Horda. Tras esta pequeña carnicería, subieron por las patas de las máquinas. Una de las criaturas destrozó el sistema hidráulico de una de las extremidades mecánicas a mordiscos, desestabilizando al autómata y haciendo que cayera al suelo. Las criaturas rompieron los cristales de las torretas y entraron en el interior, matando a toda la tripulación de ambas máquinas, entre ellos al comandante Fournier, al cual no le dio tiempo ni de desenvainar su sable. Los shurales siguieron su marcha de destrucción hacia la trinchera donde se encontraba Morris.<br />-¡Qué los dioses nos asistan!- gritó- ¡Disparen la Garra!<br />-¡Imposible, señor!- gritó uno de los científicos encargados del arma- La batería solo está al 60 por ciento. Debemos esperar unos minutos más.<br />-¡No hay tiempo! ¡Esas cosas se abalanzarán contra nosotros en...!- pero el comandante no pudo terminar su frase ya que una de las criaturas atravesó su espalda con una de sus garras, arrancándole la columna vertebral de cuajo. El resto de soldados imperiales fue masacrado sin tener tiempo a oponer resistencia y los científicos fueron devorados. Las criaturas se ensañaron con el cañón eléctrico, tanto que sobrecargaron las baterías, haciendo que estas explotaran tan violentamente que la mayoría de engendros fueron vaporizados.<br />Los pocos soldados de la Horda que quedaron vivos celebraron la victoria, mientras que Shorobiensky y los cuidadores consiguieron devolver a sus cajas a los escasos shurales que habían sobrevivido.<br />-¡Victoria!- gritó Ekaterina mientras saltaba de alegría.<br />-Sí, ¿pero a qué precio?- dijo Tachenko algo apesadumbrado- Muchos de nuestros hombres han perecido y nos hemos ganado un poderoso enemigo.<br />-Ya, no seas aguafiestas, Tachenko. Ahora, nuestro camino a Vishnia está despejado. Nada podrá detenernos.<br />-Espero que eso sea verdad- el mariscal dio una calada fuerte a su pipa.<br />-En fin, esta clase de batallas me da hambre. ¿Vamos a comer algo?- la zarina salió del puesto de observación para dirigirse al comedor. Tachenko se quedó unos minutos más en la sala, contemplando el horizonte tras el cual se encontraba Vishnia.</i><br />
<br />
Bien, esto es lo que tanto habíais esperado: muerte y destrucción de parte de vuestra soberana favorita.<br />
He estado varios días dándole vueltas a la forma de describir mejor la batalla. Sé que se puede mejorar, así que vuestras opiniones serán bienvenidas.<br />
Y, sí, nunca os fiéis de Ekaterina. Nunca.Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-7464253920886320152013-03-26T04:18:00.000-07:002013-03-26T04:18:46.331-07:00Y más diplomacia.-¡Hey, Platov! ¿Un post nuevo en menos de un día?<br />
-Sí pero es que mira quien ha vuelto a casa por Semana Santa.<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La maquinaria de guerra de la Horda
Polar estaba preparándose para la inminente invasión de la colonia
imperial de Vishnia. Durante ese tiempo, los “voluntarios”
tuvieron tiempo de aprender a tratar con los shurales. No fue fácil:
uno de ellos devoró a uno de sus cuidadores y varios tuvieron que
ser sacrificados tras escaparse y montar un alboroto que haría
enmudecer a los propios dioses.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ese tiempo fue aprovechado por
Ekaterina para realizar ambiciosos planes de invasión con la ayuda
del mariscal Tachenko, algo necesario ya que los servicios de
espionaje de la Horda traían noticias alarmantes del refuerzo del
aparato militar imperial presente en la frontera de su preciada
colonia. Llegaron rumores de que junto con la Garra del León,
Losange había prestado un par de “marcheurs”, los mastodónticos
tanques con patas que eran la envidia de todos los imperios, a cambio
de privilegios comerciales en los territorios del Imperio.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Esto hizo recapacitar a Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La tecnología prestada por Losange
convertía al ejército imperial en casi imparable. La Horda Polar no
podía enfrentarse sola a tal amenaza. El zar Aleksis enseñó a su
hija una gran lección: las guerras no se ganan a solas. La zarina
debía encontrar un aliado, alguien que odiase tanto a Alexandra como
ella misma. La solución se encontraba en el centro del Antiguo
Continente: Witterungkönfederation.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Como todo el mundo sabe, las uniones
entre familias dinásticas del Antiguo Continente podían dar lugar a
situaciones chocantes y lo que ocurría entre el Imperio de Su
Majestad y la Witterungkönfederation era para echarse a reír.
Debido a un enlace matrimonial entre las casas reales de estas dos
naciones durante la Edad de la Pólvora, la reina Alexandra y el
káiser Reinhardt eran primos lejanos. Aunque Reinhardt había sudado
sangre para reunificar los antiguos estados que conformaban el
extinto Santo Imperio Laureado Barbárico en una nueva nación, el
káiser sentía envidia del inmenso tamaño del imperio que gobernaba
su prima. El carácter belicoso del káiser, parecido al de Ekaterina
pero algo más calmado, hubiera sumido a Verne en una guerra mundial
si no hubiera sido por los esfuerzos diplomáticos del canciller
Lothar von Eisenstahl. Eisenstahl era consciente de las ansias de
conquista de su monarca pero el “viejo zorro”, como lo llaman
algunos, sabía que esta conquista debía hacerse de forma sutil.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina pensó que ganarse el favor
de Reinhardt en la guerra por Vishnia inclinaría la balanza a favor
de la Horda Polar.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La zarina habló sobre ello a Baturyn,
al cual le pareció una buena idea.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>En secreto, Ekaterina escribió una
carta que fue enviada al káiser por la coronel Tereshkova. En ella
pedía al emperador una reunión secreta con él. No era propio de
Ekaterina no hacerse notar a la hora de visitar a otras naciones pero
esta jugada necesitaba del máximo sigilo posible para que tuviera
éxito. En unos días llegó la respuesta, escrita de puño y letra
por von Eisenstahl. El káiser había aceptado y la reunión se
llevaría acabo dentro de tres días después de la llegada de la
carta, en el castillo de la región de Dazen. Para poder ayudarles,
la WK pedía a la zarina que se dejase paso libre a las tropas del
káiser en los territorios de la Horda Polar para atacar al Imperio
de Su Majestad. Era algo arriesgado pero Ekaterina no tuvo más
remedio que aceptar. No había tiempo que perder.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina, junto con Baturyn, viajaron
sin llamar la atención en un tren de pasajeros.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Tereshkova se había tomado la molestia
en proporcionar disfraces tanto a la zarina, como al primer ministro
y a un grupo de soldados de la Guardia del Oso. Aún a pesar de las
incomodidades, Ekaterina estaba ansiosa por llegar hasta Dazen. Según
la carta, les esperaría un oficial de los servicios secretos de la
WK en una posada llamada “El Soldado Feliz”, con un pañuelo rojo
atado al cuello y tomando una jarra de cerveza. La zarina solo tenía
que enseñarle el sello de la Horda Polar y la carta enviada por el
canciller para reconocerla.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Llegaron a Dazen la mañana del día de
la reunión.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Dazen era un pueblo pintoresco, muy al
estilo de los pueblos de las regiones orientales de la WK, con calles
adoquinadas. Las casas eran de dos plantas con refuerzos de madera en
las paredes al descubierto, con balcones llenos de flores y plantas
al estilo de las de los últimos siglos de la Edad del Acero.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Mi alergia- dijo la zarina- Creo que
me va a dar algo con tanta plantucha.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Tranquila, su excelencia- dijo
Baturyn- Pronto nos marcharemos de aquí.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Eso espero. No pienso quedarme en este
sitio ni un día más.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La comitiva de soldados disfrazados
seguía a los dos interlocutores a una distancia prudencial para no
levantar sospechas.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Dos calles más abajo de la estación
de tren encontraron la posada. Era pequeña, con un olor a manteca
derretida en su interior que hizo que la nariz de la zarina se
replegara al abrir la puerta principal.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Puagh!- dijo conteniendo una arcada-
Las caballerizas imperiales huelen mejor que este antro.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Otearon el lugar. Las mesas estaban
llenas de gente comiendo, bebiendo y hablando. En una de ellas, había
un hombre que no hacia mucho caso a la conversación que le daban sus
compañeros de mesa. Estaba ensimismado viendo el contenido de su
jarra de cerveza. Un pañuelo rojo le rodeaba el cuello.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Ja! Ese es, Baturyn- dijo Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Se dirigieron a la mesa, acompañados a
corta distancia por los soldados de incógnito. En el asiento que
había enfrente del oficial, había un hombre en estado de
embriaguez.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Eh, tú, pordiosero! ¡Levántate!-
ordenó Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Je! ¡Hips!- respondió el hombre-
Mirad a la pequeña... ¡Hip! ¿Quieres que me levante? ¡Hip!- acto
seguido, el borracho regaló a Ekaterina un eructo en su cara.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La zarina le dio una patada, tirándolo
de la silla. El hombre se arrastró por el suelo hasta la salida,
muerto de miedo ante la reacción de la chica. Todo el mundo en la
posada se rió de tal escena. El hombre ensimismado en su jarra
levantó la cabeza y miró a Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Su majestad Ekaterina de la Horda
Polar, supongo- dijo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí. ¡Vaya! No he necesitado
enseñaros la carta ni el sello.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Vuestros modales os han delatado.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Qué quiere decir con eso?-
Ekaterina se puso otra vez a la defensiva.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Nada, nada- contestó el oficial-
Síganme. El káiser les espera en el castillo de Dazen.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Salieron siguiendo al oficial hasta la
parte posterior de la posada. Allí, habían varios caballos aunque
no suficientes para los soldados de la emperatriz.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Siento no haber traído más pero no
sabía que iban a ser tantos- se disculpó el oficial.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No importa- contestó Ekaterina-
¡Soldados! Tenéis lo que resta del día libre. Nos encontraremos
aquí al amanecer del día siguiente.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El viaje hasta el castillo fue algo
pesado debido a lo irregular del terreno aunque, afortunadamente,
había un sendero que conducía al lugar, llegando a este pasadas las
séis de la tarde.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina se quedó impresionada: el
castillo de Dazen era una pequeña fortaleza mandada construir por el
antiguo Príncipe Obispo de Dazen a mediados de la Edad de la
Pólvora. Podía guarecer a un pequeño contingente aunque, en
realidad, el uso de la fortaleza era más bien el de lugar de recreo
y residencia que el de defender una zona.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El oficial hizo una señal y el puente
levadizo cayó.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Entraron al patio de armas, en el cual
habían varios miembros de la Adlerwacht vigilando la zona. Iban
ataviados con su siniestro uniforme: largas gabardinas grises,
máscaras de gas y el característico casco con un pincho en la
cimera, armados con rifles de precisión.
</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Descabalgaron para dirigirse a la
escalera de piedra donde les esperaban dos hombres al final de esta.
Uno era bajo pero de fuerte constitución, anciano, con el pelo
encrespado y con el mostacho peinado a la manera de los junkerlanders
(con las dos puntas hacia arriba). En su ojo derecho llevaba un
monóculo e iba vestido de traje. Ese era el canciller von
Eisenstahl.
</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El otro era alto y joven. Su pelo rubio
estaba cortado al cepillo, como todo buen militar. Sus rasgos eran
fuertes e incluso atractivos, si no fuera por una espantosa cicatriz
de duelo que recorría el lado izquierdo de su cara y que había
dejado uno de sus ojos azules completamente blanco. Vestido con el
uniforme de cuello alto de mariscal supremo de los ejércitos de la
Witterungkönfederation y con su inseparable g<span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">lockenschläger
atado al cinto</span></span>, el cual casi nunca se quitaba, el
káiser Reinhardt descendió las escaleras para saludar a Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Ekaterina, es un honor que pensases en
mí para este pacto- dijo Reinhardt, estrechándole la mano a la
zarina.
</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sabía que te gustaría, Reinhardt.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Por favor, pasad al interior. El patio
de armas no es sitio para hablar de asuntos de estado.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Todos juntos entraron al interior del
castillo. Mientras se dirigían a la sala donde discutirían los
puntos de la alianza, los dos primeros ministros llevaban una animosa
charla acerca de las posesiones coloniales de la WK en el Continente
Oscuro.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Mientras tanto, los dos jóvenes
emperadores hablaban entre ellos.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿El uniforme de mariscal? Pensaba que
íbamos a ser un poco más informales, Reinhardt- dijo Ekaterina- Es
verdad que por las venas de los könfederationers, y en especial por
las de los junkerlanders, corre hierro fundido en lugar de sangre.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Soy el káiser. Mi responsabilidad es
liderar los ejércitos de la gloriosa patria las 24 horas del día.
Nunca sabes cuando el enemigo puede atacar- contestó el emperador.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Algo parecido me pasa pero cambiando a
los enemigos exteriores por traidores a la corona- dijo Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Alguien no teme a Ekaterina
Zoldanowich? Eso me gustaría verlo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Por más que los disciplino, no
aprenden.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Disciplina. Esa es la base de
cualquier estado estable. Sabes que si tienes algún problema, puedes
contar conmigo. ¿Qué tal si te envío un regimiento de
Tottenritters para solucionarlo?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No, gracias. Me las apaño sola.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Llegaron a la sala.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Era pequeña y acogedora, tal vez un
comedor, iluminada por varios quinqués. Se sentaron en una mesa
rectangular, cada uno de los emperadores en un extremo. A su lado,
sus primeros ministros. Encima del mueble, varios papeles y material
de escritura. Von Eisenstahl cogió uno de estos, ya escrito, se
aclaró la garganta y se puso bien su monóculo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bien- comenzó a leer- Reinhardt Karl
von Hertzenberg, káiser de la Witterungkönfederation y rey de
Junkerland, y Ekaterina Fyodorovna Zoldanowich, zarina de la Horda
Polar; estando presentes Lothar Markus von Eisenstahl, canciller de
la Witterungkönfederation, y Andrej Nikolai Baturyn, primer ministro
de la Horda Polar, se disponen a pactar para llevar acabo una alianza
contra las fuerzas del Imperio de su Majestad, gobernado por la reina
Alexandra Mary Lionhead. ¿Correcto?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Correcto!- dijeron al mismo tiempo
los emperadores.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bien- prosiguió el canciller- estando
de acuerdo en atacar conjuntamente a un enemigo común, la
Witterungkönfederation se compromete a prestar ayuda militar, tanto
en armamento como en suministros y hombres, a la Horda Polar. A
cambio, la Horda Polar deberá abrir sus fronteras en todos sus
territorios, a lo ancho y largo de Verne, a lo ejércitos del káiser
en caso de que este quisiera invadir un territorio del Imperio de Su
Majestad. ¿Correcto?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Correcto!- volvieron a decir los
emperadores.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Muy bien. Dado que todo está
conforme, por favor, que los emperadores firmen el documento.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Reinhardt dejó que Ekaterina fuera la
primera en firmar. A continuación, lo hizo el káiser. Para
finalizar, los dos primeros ministros estamparon su rúbrica en el
papel.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Los dos emperadores se estrecharon la
mano.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Estoy ansioso de ver la cara de mi
prima cuando nos vea juntos en el campo de batalla- dijo Reinhardt.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Yo también- dijo Ekaterina- ¿Qué
tal una copa de algo fuerte para celebrarlo?</i></div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-11510749927823755602013-03-25T04:47:00.000-07:002013-03-25T04:51:51.145-07:00Una de romanos.¡Hola, amigos!<br />
El Correo del Atamán vuelve a la carga con un tema de actualidad.<br />
Es Semana Santa y todos sabemos que significa eso: la parrilla televisiva se llenará con palículas ambientadas en la Antigua Roma. La mayoría de ellas ya tienen bastantes años a cuestas pero no podemos resistirnos a ver una vez más a Charlton Heston dirigiendo su cuádriga alrededor de la espina del circo o a Kirk Douglas aporreando a los legionarios que intentan enfrentarse a él.<br />
Damas y caballeros, bienvenidos al emocionante mundo del <i>peplum</i>.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Ben_Hur-359300410-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://pics.filmaffinity.com/Ben_Hur-359300410-large.jpg" width="211" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>¡Oh, Mesala! Henchido de cólera el corazón...</i> </div>
<br />
El <i>peplum</i> es el género cinematográfico que abarca lo que el común de los mortales conoce como "pelis de romanos". Normalmente, son grandes superproducciones que conocieron su época de esplendor en los 60 y 70 del siglo pasado. Grandes nombres y espectaculares decorados son la punta de lanza de este género, amén de la ingente cantidad de extras que suelen aparecer en este tipo de producciones. Además, el <i>peplum</i> abarca otra serie de géneros, normalmente el de aventuras, romance, drama y bélico.<br />
A nivel de guión, muchas de estas películas pecaban de cierta simpleza. Podíamos encontrarnos el clásico romance entre un romano pagano y una chica cristiana, lo que desenvoca en la conversión del primero y en la muerte de los dos en la arena del anfiteatro. También la venganza por haber perdido a un ser querido a manos de un romano pagano. Esa simpleza aparecía también en la ambientación, llena de clichés en su mayoría (raro era que un condenado a muerte no acabara devorado por un león para divertimento del público) y con un falto rigor histórico.<br />
Todo esto tiene una explicación. Simplemente, el director del film quería enviar un mensaje y daba igual los medios para hacerlo: lo importante era que el espectador comprendiera ese mensaje por encima de que en época de Nerón los legionarios todavía no iban cubiertos con una <i>lorica segmentata</i>. Es por eso la dualidad que encontramos en films como <i>Quo Vadis</i>: cristianos = buenos, paganos = malos. El director quería hacer ver al espectador que el cristianismo es una religión que promueve la paz y el amor frente al desenfreno y violencia de las antiguas religiones paganas romanas. Algo muy lejano de la auténtica realidad de Roma, donde existía un sector de la sociedad pagana que veía en esa "decadencia" el fin de Roma.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAnyDVP9d96EpxqM24Sf8WS7edCDgRlGHFLrzlupVmtRrQRo0CBIG2tTggQF7jRcBY7uL4T02Y4eFPEYGYPgMDvId0JP_5gQ1c5a56LIqY18wWhsGrKphYPx-LoFZkC21dXtYeJvTywQWR/s1600/1951_QUO_VADIS_poster_%252813%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAnyDVP9d96EpxqM24Sf8WS7edCDgRlGHFLrzlupVmtRrQRo0CBIG2tTggQF7jRcBY7uL4T02Y4eFPEYGYPgMDvId0JP_5gQ1c5a56LIqY18wWhsGrKphYPx-LoFZkC21dXtYeJvTywQWR/s320/1951_QUO_VADIS_poster_%252813%2529.jpg" width="217" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-style: italic;">Peter Ustinov, el Nerón más delirante de la historia del cine.</span></div>
<br />
Hace poco que se ha querido resucitar a este tipo de género.<br />
Me refiero, claro está, a <i>Gladiator</i>. Sin embargo, y a pesar de sus errores, esta película cuenta con más rigor histórico en su ambientación (que no en la historia que cuenta) que la mayoría de <i>peplums</i> conocidos.<br />
Por otra parte, existen casos sangrantes, como aquella versión de <i>Espartaco</i> que hace que vayas a echar mano de Internet para buscar la original y curarte del susto. También está <i>Atila</i>, nada que ver con la genial <i>Atila: hombre o demonio</i> protagonizada por Anthony Quinn. En la versión para TV, podemos encontrarnos a un occidental rey de los hunos luchando contra una legión alto imperial, con símbolos paganos como el haz de rayos de Júpiter en sus escudos todavía presentes, en una histriónica versión del avance huno contra Roma.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://pics.filmaffinity.com/Atila_rey_de_los_hunos_Atila_el_huno_TV-663845851-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://pics.filmaffinity.com/Atila_rey_de_los_hunos_Atila_el_huno_TV-663845851-large.jpg" width="222" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-style: italic;">Debajo del Atila más occidental que he visto, un supuesto ejército bajo imperial...</span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.durolitum.co.uk/images/banner.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="http://www.durolitum.co.uk/images/banner.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-style: italic;">Y aquí, un auténtico ejército bajo imperial, con sus crismones y todo.</span></div>
<br />
En fin, espero que os haya gustado esta disertación.<br />
¡Nos vemos!Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-3103487874771965482013-03-11T05:02:00.003-07:002013-03-11T05:05:26.977-07:00Carolus Rex¡Hola, gentes del lugar!<br />
Antes de irme para Salamanca, me gustaría actualizar el blog para no dejaros colgados.<br />
Hoy, seguiremos dándole patadas a la historia pero antes de todo, os recuerdo que el concurso de relatos ucrónicos sigue abierto y que tenéis de plazo hasta el día 29 de este mes. Por ahora solo me ha llegado uno.<br />
Hmmmm... Creo que va siendo hora de enviaros a Pedro.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4a/Sankt_Petersburg_Peter_der_Grosse_2005_a.jpg/319px-Sankt_Petersburg_Peter_der_Grosse_2005_a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4a/Sankt_Petersburg_Peter_der_Grosse_2005_a.jpg/319px-Sankt_Petersburg_Peter_der_Grosse_2005_a.jpg" height="400" width="265" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-¡Ocupado! Estoy construyendo un navío de setecientos puentes.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-¿No crees que eso se hundirá?</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-Soy el zar más molón de la historia de Rusia. Puedo hacer lo que me salga de ahí.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
¡Cagüen! ¿Y ahora que hago?</div>
<div style="text-align: left;">
<i> </i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/72/Karl_XII_1706.jpg/413px-Karl_XII_1706.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/72/Karl_XII_1706.jpg/413px-Karl_XII_1706.jpg" height="320" width="220" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i> -¡Envíame a mí! La gente se caga cuando ve mi cara. Creen que he sufrido algún horrible accidente industrial o algo así.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-Carlos, la mayoría de gente no te conoce si no ha estudiado historia de Suecia o de Rusia.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-¡¿QUÉ?! ¡Tío! ¡Pero si me han dedicado un disco de Heavy Metal! ¡Haz algo! ¡Háblales de mí! ¡Es una orden!</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-¡Joder! Te pareces a Ekaterina.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-Porque te inspiraste en mí para crear al personaje.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>-Cierto.</i></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Bueno, tendré que hacerle caso.</div>
<div style="text-align: left;">
Damas y caballeros, con todos ustedes Carlos XII de Suecia.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
A finales del siglo XVII y principios del XVIII, Suecia estaba en la cresta de la ola internacional gracias al legado dejado por Gustavo Adolfo II, el León del Norte. Carlos nació en esa época, en 1682.</div>
<div style="text-align: left;">
Hijo de Carlos XI, el bueno de Carlos había nacido para la guerra. Desde pequeñito estaba obsesionado con todo aquello relacionado con mosquetes, cañones y demás. </div>
<div style="text-align: left;">
Fue coronado en 1697. Las demás potencias europeas pensaban que un chaval de 18 años no podría con el peso de la corona y que Suecia estaba servida en bandeja para quien la quisiera. El problema es que no conocían a Carlos. Su bautismo de fuego llegó con la Gran Guerra del Norte, un conflicto en el que se enfrentaron Suecia contra Dinamarca y Rusia por el control del Báltico. No quiero liaros con esta guerra, así que os cuento que, tras este conflicto, el Báltico se convirtió en un mar sueco y Carlos recibió el apelativo de "el Alejandro Magno del norte". La educación militar que había recibido desde pequeño había convertido a nuestro protagonista en todo un estratega, un táctico que podía saber que hacer con solo echar un vistazo al campo de batalla. Todos estaban asombrados al ver tal mente privilegiada para la guerra en un cuerpo tan joven. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Valiente, orgulloso y cabezota. Así era descrito por algunos eruditos de la época.</div>
<div style="text-align: left;">
Ningún ejército podía hacerle frente. Donde otros generales podían fallar, Carlos siempre acertaba. Sus soldados le seguían incluso al mismísimo infierno debido a su arrollador carisma. De hecho, él era el pilar en el que se sostenía el ejército sueco ya que era el único que podía poner paz entre sus oficiales, los cuales estaban peleados entre sí. Su principal ventaja fue su principal inconveniente: su mente solo pensaba como un soldado, nunca como un rey. Pensaba que la política solo funcionaba después de darle una lección al enemigo en el campo de batalla y eso, a la larga, puede ser más perjudicial que beneficioso.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Pero incluso los grandes hombres cometen errores y Carlos cometió el peor de todos: invadir Rusia.</div>
<div style="text-align: left;">
Aunque sabía aprovecharse de la adversidad, Carlos no contaba con el frío de la estepa y las tácticas de campo quemado llevadas acabo por Pedro.</div>
<div style="text-align: left;">
Sería en 1709, en la localidad de Poltava donde Carlos vería frenado su avance. No os voy a contar la batalla de pé a pá pero si como la perdió Carlos. El culpable de la derrota sueca fue una bala. Sí. Mientras Carlos comandaba a sus tropas montado en su caballo, un tirador ruso vió la oportunidad y abrió fuego contra el rey. La bala impactó en uno de los tobillos de Carlos. Al ver al rey siendo postrado en una litera, el pánico cundió entre los suecos. Al no tener el liderazgo de su carismático monarca, los oficiales suecos tomaron el relevo y ya he comentado lo mal que se llevaban entre ellos. La falta de organización acabó con la retirada de Rusia de los suecos.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Carlos y sus hombres huyeron a Turquía, donde el Sultán les abrió las puertas de par en par y le concedió asilo político al ser el mortal enemigo de los rusos.</div>
<div style="text-align: left;">
El rey volvió sano y salvo a Suecia para comenzar una nueva campaña contra los noruegos.</div>
<div style="text-align: left;">
Sin embargo, no tendría tanta suerte como en Poltava. En 1718, durante el asedio de la fortaleza de Fredriksten, un proyectil atravesó la cabeza del rey mientras inspeccionaba los trabajos de unas trincheras. Lo curioso es que no se sabe si fue un disparo realizado por los defensores o por algún soldado sueco descontento.</div>
<div style="text-align: left;">
Con la muerte de Carlos, el imperio sueco terminó.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
¡Nos vemos!</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-1955472629029070482013-02-28T09:43:00.000-08:002013-02-28T09:43:58.315-08:00Un mensaje de la Secretaría de Justicia de la República de Longhorn.
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
EL SERVICIO DE INFORMACIÓN
Y PROPAGANDA</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
de la</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
SECRETARÍA DE JUSTICIA DE
LA REPÚBLICA DE LONGHORN</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
presenta</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
un mensaje patrocinado por</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
INDUSTRIAS ARMAMENTÍSTICAS
COBBLET Y SMITHSON</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
“¿Qué tiene más poder
que un dios? Un hombre empuñando una Cobblet y Smithson.”</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
“PACIFICADORES: EL BRAZO
ARMADO DE LA LEY”</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Longhorn, nuestro hogar.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El país más joven y floreciente del
Nuevo Continente y, dicho sea de paso, de todo Verne.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Nuestra gran nación está formada por
grandes gentes alimentadas por un gran espíritu emprendedor. Mire
donde se mire, siempre hay un nuevo negocio, una nueva fábrica e,
incluso, una nueva población.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Pero incluso en el paraíso hay gente
que quiere aprovecharse de los demás para su beneficio: cuatreros,
forajidos, ladrones, traidores, insurgentes y agentes extranjeros y
de sociedades secretas. Llevados por la codicia y la envidia, esta
clase de rufianes se dedica a hacerle la vida imposible a nuestros
esforzados compatriotas que se ganan su jornal con el sudor de su
frente. La ley actúa con determinación contra esta escoria en las
ciudades pero, ¿qué ocurre en las nuevas poblaciones alejadas del
bullicio de las grandes urbes? Allí, la justicia tarda más en
llegar debido a las grandes distancias y a los innumerables peligros
que se cruzan en su camino. Incluso aquellos que la sirven en estos
lugares alejados de las manos de los dioses son ablandados por la
comodidad o por el miedo.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Para poner fin a esta situación y que
los colonos se sientan seguros, el Secretario de Justicia Marvin
Allan ha fundado el Cuerpo de Pacificadores de la Oficina de
Seguridad Pública.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Ya sea en tren, dirigible o a lomos de
sus infatigables caballos estos hombres y mujeres han jurado dar su
vida por el cumplimiento de la ley y llevar la justicia allí donde
esta no puede llegar. No es una tarea nada fácil por lo que estos
inquebrantables defensores de la ley han sido equipados con el mejor
armamento posible gracias al acuerdo firmado por la Secretaría de
Interior y Justicia con Industrias Armamentísticas Cobblet y
Smithson.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Los señores Douglas Cobblet y Jeremiah
Smithson han ofrecido su apoyo a la noble causa de los pacificadores
y, por eso, proporcionan la totalidad del armamento que necesitan
para llevar acabo su empresa: un revólver C&S, modelo
“Marshall”; un rifle de palanca C&S, modelo “Hammerer”
para las distancias cortas y un rifle de precisión C&S, modelo
“Mortymer”, con mirilla incorporada, para acabar con los
delincuentes más osados desde una gran distancia. Además, los
pacificadores cuentan con la última edición del Código Penal en
formato de bolsillo para ayudarles a la hora de aplicar la ley pero,
por encima de todo, se les hace entrega del emblema de esta
organización: la estrella de cinco puntas, símbolo de su autoridad
y que lucen con orgullo a la altura de su corazón.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Cabe destacar que algunos pacificadores
han aprendido a controlar el poder de la magia para casos de extrema
necesidad. Aunque aparezcan en raras ocasiones, los pacificadores se
tienen que enfrentar a forajidos que usan las antiguas artes arcanas
para hacer el mal, además de resultar práctica a la hora de
enfrentarse a criaturas sobrenaturales como los terroríficos
wendigos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Ley. Justicia. Paz.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Las tres nobles palabras que los
pacificadores han jurado proteger.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Por eso, les deseamos toda la suerte
del mundo en su tarea y que los dioses les protejan de cualquier mal.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Este ha sido un mensaje del Servicio de
Información y Propaganda de la Secretaría de Justicia del gobierno
de la República de Longhorn, patrocinado por Industrias
Armamentísticas Cobblet y Smithson.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA
TODOS!</div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/3/3d/Txrangers3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/3/3d/Txrangers3.jpg" height="252" width="400" /></a></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-57071555794537322082013-02-25T03:15:00.000-08:002013-02-25T03:15:32.559-08:00El problema de mezclar historia con ficción.¡Hola!<br />
Sí, soy yo, Platov.<br />
Después del mal trago de la semana pasada con el puñetero resfriado, vuelvo a la carga para ofreceros más curiosidades venidas del pasado.<br />
<br />
Ayer, como todo el mundo sabrá, pusieron "Robin Hood" en la 1. Sí, la película protagonizada por Russel Crowe y a la que muchos conocen con el nombre de "Gladiator 2: Máximo viaja a la Edad Media".<br />
Como película estaba bien, la clásica peli de aventuras y romance ambientada en la Edad Media, en plan "Ivanhoe". Sin embargo, escribo este post porque hubo algo que me llamó la atención durante todo el visionado del film: la metedura de pata de Ridley Scott a la hora de mezclar el relato ficticio de Robin Hood (lo siento, chicos, Robin Hood nunca existió) y la historia de Inglaterra de la primera mitad del siglo XIII.<br />
<br />Queriendo amoldar la historia a la ficción, Scott le pega varias patadas al libro de Historia, anteponiendo las creencias populares a lo que realmente pasó.<br />
Juan Sin Tierra tenía muy mal carácter, eso ya lo sabíamos, pero también no tenía nada que envidiar a su hermano Ricardo Corazón de León en el gobierno de la nación. Bien que cometió errores, algunos muy gordos como la pérdida de Normandía, pero también es cierto que Juan era bastante trabajador.<br />
Por cierto, curioso el Ricardo que aparece en la película. En el primer momento que lo vi dije: "Parece el primo de Robert Baratheon". Sí, Ricardo murió en pleno asedio asaeteado por un ballestero francés pero, al contrario que lo que se nos muestra en el film y según las crónicas, Ricardo no murió en el acto sino que lo hizo en cama, después de que a los médicos se les ocurriera la genial idea de extraer el virote perforando aún más la herida. La historia que viene después es de sobras conocida: perdona al ballestero que consiguió herirlo de muerte pero los hombres de Ricardo despellejan al hombre en señal de ventaja.<br />
<br />
La figura de Leonor de Aquitania también me llamó la atención.<br />
Sí, cuando Juan fue coronado su madre seguía viva pero creo yo que, en esa época, Leonor tendría que estar ya la pobre para el arrastre y no tan vivaz como aparece en la película.<br />
¡Oh! Cuando apareció William Marshall mi cabeza implosionó. Es una de esas figuras históricas que me encantan. Al "mejor caballero del mundo" lo retratan bastante bien, con esa mezcla entre sabiduría y honorabilidad sin parangón. Sin embargo, hay un error en la película. En una de las escenas, William lee un mensaje en el que se avisa de un desembarco francés. Mentira: William era analfabeto, no sabía leer ni escribir.<br />
<br />
Sobre la invasión de Inglaterra por Francia, sí, ocurrió pero no tal y como aparece en la película.<br />
Tras el fracaso de la Carta Magna, que Juan firmó en un principio sin rechistar (en la película se ve como quema el propio documento), los barones del norte se rebelaron contra Juan. Para hacerse más fuertes, los barones invitaron a Luis, hijo de Felipe II Augusto de Francia, a unirse a su rebelión ya que el delfín podía optar al trono de Inglaterra. Así, haciendo caso al tuerto de su padre, Luis comandó una flota para desembarcar en las costas inglesas. En mitad de la travesía, Juan envió una flota para parar a la francesa, sin éxito. Luis y sus tropas acabarían llegando a Kent, donde se unirían al grueso de los rebeldes.<br />
<br />
Y, bueno, creo que está todo lo que tenía que decir.<br />
Como veis, mezclar historia con ficción puede dar lugar a un esperpento. No quiero decir que "Robin Hood" sea una mala película pero en cuestiones de ambientación, patina demasiado. <br />
No todo esto son verdades como puños, así que si veis algún error o tenéis una opinión diferente, no os cortéis: ¡dadla!<br />
¡Nos vemos! <br />
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<br />Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-62976690440715365662013-02-10T08:46:00.001-08:002013-02-10T08:47:51.921-08:00Algunas cosas que deberías saber sobre Verne.¡Hola, gentes del lugar!<br />
Me encantan las tardes del domingo solo por una cosa: son el mejor momento para escribir un post.<br />
Así que me dispongo a escribir algo que quería poner por escrito hace tiempo.<br />
Como muchos de vosotros sabéis, Verne es el nombre del mundo de ciencia ficción steampunk en el que se desarrollan las aventuras de la zarina Ekaterina y de sus... eh... ¿amigos?<br />
Ya conocéis algunas cosas de este mundo, como la tirria que hay entre la Horda Polar y el Imperio de Su Majestad. Sin embargo, me gustaría abrir una ventana más amplia a este mundo para que sepáis un poco más de como es.<br />
<br />
Verne tiene millones de años, al igual que nuestro mundo.<br />
El eje cronológico está dividido en varias eras para facilitar el trabajo de los historiadores vernianos y de un servidor a la hora de contar hechos ocurridos en el pasado. La época en la que transcurren los relatos de Ekaterina es la Era del Vapor (o Era Alexandrina, como les gusta llamarla a los imperiales) y comenzó con el I Imperio de Losange, cuando los Abeille llevaron a la práctica su lema "la razón al poder" implementando el nuevo motor de vapor a la maquinaria de guerra. Otras eras son la Era de la Piedra, la del Mármol, la del Acero y la de la Pólvora, por no mencionar las eras anteriores a la humanidad.<br />
<br />
Como sabéis, en Verne hay diferentes naciones.<br />
Ocho son los grandes imperios que se disputan el control de este mundo: el Imperio de Su Majestad, la Horda Polar, la Witterungkönfederation, el Imperio Östmagyar, el II Imperio de Losange, el Sultanato Creciente, la República de Longhorn y la Teurgia Oriental. No hace falta devanarse los sesos para saber cuales son sus equivalentes en nuestro mundo.<br />
Tras estas grandes potencias existen una serie de naciones menores que intentan ganarse el apoyo de alguno de los grandes imperios o forjar el suyo propio, como Tauria, Hergénia, Skaldmark o Makembe.<br />
Tras estas naciones están las colonias y las naciones incivilizadas, como el Reino de Nakopo, Vishnia o las islas Rokahoe.<br />
<br />
Aunque sea un mundo de fantasía, todos los habitantes de Verne son humanos.<br />
Nada de elfos, enanos u orcos. Sí que existen algunas criaturas fantásticas como trolls, vampiros o fantasmas pero son solo seres salvajes o raros. Lo que sí existe en gran cantidad es la magia. En Verne, la magia es algo normal. Bueno, era. El avance imparable de la tecnología está relegando a la magia a un segundo plano, llegando incluso a poner en peligro su existencia. Sin embargo, todavía hay gente que la practica. Muchos de estos magos han decidido unirse para defender esta disciplina con la Unión Mundial de Magos, algo así como la Internacional Socialista pero con hechiceros. La UMM intenta demostrar a los vernianos que la magia puede seguir siendo útil a través de charlas, reuniones y manifestaciones por las calles.<br />
Hay dos casos llamativos en Verne repecto a la magia.<br />
El primero es el de la Teurgia Oriental. El proceso industrializador llevado acabo por la emperatriz Ren ha traido la modernidad a este imperio pero tanto avance no está tan bien visto por sus conservadores habitantes. Para que las costumbres no se perdieran, Ren ha creado algo completamente nuevo: la tecnomagia, mezcla de ciencia con poderes arcanos.<br />
El segundo es Sitán. Esta pobre región del Continente Oscuro está gobernada por el Archimago, un desquiciado mago que cree que la ciencia debe de ser purgada de Verne. El Imperio de Su Majestad ha tenido más de una vez que vérselas con los fanáticos seguidores de este misterioso ser.<br />
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En cuanto a la religión, el Viejo Panteón está formado por diez dioses:<br />
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El Mariscal: Dios de la Guerra</div>
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El Ejecutor: Dios de la Muerte</div>
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El Halcón: Dios del Cielo</div>
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El Erudito: Dios de la Sabiduría</div>
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La Herrera: Diosa de la Tierra</div>
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El Capitán: Dios del Mar</div>
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La Guardabosques: Diosa de la
Naturaleza</div>
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La Paladín: Diosa de la Justicia</div>
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La Dama: Diosa del Amor</div>
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Ella: Diosa del Inframundo</div>
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La última de todos, Ella, no recibe ningún tipo de culto oficial debido a su carácter demoniaco. Sí que existe una sociedad secreta que se dedica a hacerle ofrendas de sangre. Según una antigua profecía encontrada en las Sagradas Escrituras, llegará un día en que Ella vuelva a la superficie, destruyendo todo a su paso. Es por eso que algunas personas intentan ganarse su favor para estar protegidos cuando llegue ese día. Por supuesto, la pertenencia a este culto esta penada con la muerte.</div>
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Existen otras religiones en Verne. Una de ellas es la fe en El Exiliado, que es la religión oficial del Sultanato Creciente y de algunas regiones orientales. Está catalogada como "herética" por los sacerdotes del Viejo Panteón. También está el Culto a los Espíritus, la fe de la Teurgia Oriental, la cual cree que todos los seres, animados o inanimados, poseen un espíritu en su interior. Esta fe es muy parecida a la que profesan los habitantes de las Cuarenta Naciones. Otras naciones civilizadas tienen pequeños cultos propios que no son tan importantes como estos.</div>
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<br /></div>
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Y por último, en Verne, a diferencia de otros universos steampunk, no hay desigualdad entre sexos. Hombres y mujeres pueden realizar las mismas actividades sin ningún problema. Ya sé que es algo bastante optimista pero creo que le da un toque diferente y bastante interesante.</div>
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<br /></div>
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Bueno, espero que os haya gustado todo este discursito.</div>
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Si queréis saber más sobre Verne, no tenéis más que preguntarme.</div>
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¡Nos vemos! </div>
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Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-6972555613413618052013-02-05T03:32:00.000-08:002013-02-05T03:45:13.243-08:00Los huesos del rey.¡Hola, camaradas!<br />
Iba a escribir un post sobre Joachim Murat pero lo aparco para más tarde porque, como muchos sabréis, la noticia histórica y arqueológica de esta semana es que han encontrado el esqueleto de Ricardo III de Inglaterra.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiAko3_maoEFgobNTBkUjCRiYx_s5JrNvLsO4ElhyphenhyphenzYYPpX1dWL_tVULKk0Uck7eXs2uPXt03-aA6jDQO7bfcxFE9Lm9tLgV34mJoYrIGKEDxdzmuQRTKk7-PUs09iR8HsSsJaA93gIm42/s1600/ricardo.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiAko3_maoEFgobNTBkUjCRiYx_s5JrNvLsO4ElhyphenhyphenzYYPpX1dWL_tVULKk0Uck7eXs2uPXt03-aA6jDQO7bfcxFE9Lm9tLgV34mJoYrIGKEDxdzmuQRTKk7-PUs09iR8HsSsJaA93gIm42/s1600/ricardo.gif" height="400" width="287" /></a></div>
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<i>Retrato de Ricardo III</i></div>
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Arqueólogos de la Universidad de Leicester, en Inglaterra, llevaban bastante tiempo buscando el cadáver del monarca en un aparcamiento de la localidad, donde se creía que estaba enterrado. Tras varios años de trabajo, en una de las parcelas de excavación se encontró este esqueleto que tras un análisis de ADN con la técnica del Carbono 14 se cree que tenga toda la pinta de ser el de Ricardo.</div>
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<i> </i></div>
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<a href="http://news.bbcimg.co.uk/news/special/panels/13/feb/skeleton_interactive/img/img_panel_1359650864.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://news.bbcimg.co.uk/news/special/panels/13/feb/skeleton_interactive/img/img_panel_1359650864.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
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<i> El posible esqueleto de Ricardo III</i></div>
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Los restos de "heridas" en diversas partes del cuerpo demuestran que este hombre murió en combate, al igual que el rey. <i> </i>Dos de estas heridas, una de un arma afilada que quitó un trozo de hueso y la del craneo, parecen pertenecer a las causadas por una alabarda, arma que según cuentan los cronistas fue la que dio muerte a Ricardo.</div>
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También cabe destacar la escoliosis que sufría el rey, con una columna vertebral impactantemente retorcida. Lloro con solo pensar en los dolores de espalda que debía sufrir. Sin embargo, Ricardo ha pasado a la historia por ser un gran militar, capaz de liderar a sus ejércitos en el campo de batalla a pesar de esta deformación.</div>
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Para el que no lo conozca, Ricardo III es una de las figuras clave de la llamada "Guerra de las Rosas" que enfrentó a las dos facciones de la dinastía de los Plantagenet, York y Lancaster, por el trono de Inglaterra desde 1455 hasta 1485, cuyo final supuso la llegada al trono de los Tudor.</div>
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Ricardo III formaba parte de la facción de los York y se enfrentó a los Lancaster en la batalla de Bosworth, en 1485. Durante el transcurso de la batalla, Ricardo vio la oportunidad de acabar con Enrique Tudor, líder de los Lancaster, llevando acabo una carga de caballería que ha sido tildada como el mayor acto de temeridad de la historia. Al perder el ímpetu de la carga y al estar sobre terreno pantanoso, el caballo de Ricardo quedó atrapado en el fango y fue herido de muerte. El rey fue rodeado por las tropas de los Lancaster. Antes que huir, Ricardo luchó hasta el final. Se cuenta que fue un alabardero el que le dio muerte.</div>
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Para la posteridad, Ricardo ha sido descrito no solo como un hombre valiente sino también como un tirano. Shakespeare, en su obra de teatro "Ricardo III", lo describe como un ser que sería la envidia de Maquiavelo: arrogante, malhumorado y siempre dispuesto a todo con tal de mantener su poder.</div>
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Sin embargo, algunas fuentes nos dan un retrato más agradable del monarca.</div>
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Y eso es todo.</div>
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Os prometo que Murat será el siguiente. ¡Nos vemos!</div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-11953223902709096262013-02-02T03:31:00.003-08:002013-02-02T03:31:45.833-08:00Voluntarios.¡Hola, hola!<br />Lo prometido es deuda. Aquí tenéis un nuevo relato de nuestra emperatriz favorita, siguiendo el arco argumental de la invasión de Vishnia. Creo que no tiene tanta calidad como los anteriores.<br />Juzgadlo vosotros mismos.<br />
<br /><i>Los planes de Ekaterina en el desarrollo de su nueva arma secreta iban viento en popa. <br />El doctor Shorobiensky seguía con el programa de cría de shurales tal y como había dispuesto la zarina. Las primeras pruebas en laboratorio fueron un éxito: los shurales testados lograron despedazar varias vacas en cuestión de segundos. Para sorpresa del propio científico, los shurales podían regenerar sus heridas más rápidamente si se alimentaban con la carne de sus presas. El único problema era el control de las criaturas. Algunas de ellas, en su frenesí destructivo, atacaron a trabajadores del hospital. Una de ellas incluso consiguió escapar y salir a los jardines de la institución, donde tuvo que ser abatida con varios disparos de morteros de mano. Las pequeñas descargas eléctricas generadas por un bastón eléctrico parecían una solución factible: los shurales se retraían si se les aplicaba este procedimiento. Sin embargo, en el fragor de la batalla sería algo más difícil controlarlas. Los científicos de la Horda Polar diseñaron una coraza para proteger a aquellos soldados cuya tarea sería controlar a las criaturas. El problema era ese: encontrar voluntarios entre las filas del ejército para que adoptaran el papel de “cuidadores”.<br />Es por eso que Ekaterina decidió realizar un viaje hacia la base militar del lago Priast, al este de la capital de la Horda Polar, para reclutar algunos voluntarios.<br /><br />En el dirigible viajaban su excelencia, el primer ministro Baturyn, el doctor Shorobiensky y en las bodegas, encerrada en una jaula de seguridad diseñada para tal ocasión, una de las criaturas. <br />El viaje duró un día de duración, por lo que pronto llegaron al lugar. La base de Priast fue construida por el zar Aleksis. En ella podían vivir centenares de soldados con sus familias. <br />La importancia de esta residía en que era el cuartel general del ejército de la Horda Polar, liderado por el carismático mariscal Bogdan Tachenko. Veterano de cientos de batallas, miembro de la aguerrida etnia de los kozaks, Tachenko entró en el ejército el mismo año que lo hizo el padre de Ekaterina. Los dos hombres se hicieron grandes amigos, por encima de las diferencias sociales entre ellos: Tachenko provenía de una familia kozak muy humilde mientras que Alexis, bueno, Alexis era el zarevich, el heredero al trono de la Horda Polar. Escalaron puestos juntos, lucharon codo con codo. Cuando Alexis fue coronado, agradeció a Tachenko su amistad y su apoyo ofreciéndole el cargo de mariscal. Las puertas del Palacio Helado estaban abiertas para este hombre como si fuera un miembro más de la familia real. Raro es no encontrarlo en algunas fotos familiares, con su rostro marcado por las cicatrices del combate y su mostacho al más puro estilo kozak. Cuando Ekaterina nació, el zar encomendó a Tachenko no solo la educación de la niña en cuestiones militares sino también que la cuidara si algún día le pasaba algo. Como buen kozak, Tachenko dio su palabra. Cuando Alexis murió apagando la revuelta de igualitaristas de la región de Korms, cuando Ekaterina tenía quince años, Tachenko protegió el cadáver del zar para que no fuera despedazado por la multitud local. Gracias a su esfuerzo, la revuelta fue apagada y el cuerpo llegó sano y salvo a la capital. Hasta su mayoría de edad, Ekaterina encontró en aquel hombre un apoyo moral que le ayudó a prepararse para su coronación. Para la zarina, el mariscal no es solo el líder de sus ejércitos. Es algo más. Es como aquel tío afable que te visita los fines de semana para comer en casa y para pasar la tarde contando fascinantes historias sobre las batallas donde estuvo y jugando al ajedrez. De hecho, es la única persona en toda la Horda Polar a la que Ekaterina permite llevarle la contraria.<br />Por supuesto, Baturyn hizo saber al joven científico esta peculiar relación.<br />-Siempre tratará al mariscal como si fuera un familiar, así que no se sorprenda, ¿entendido?- dijo el primer ministro.<br />-Eh... Sí- respondió Mikhail, tan nervioso como siempre.<br /><br />El dirigible se posó con suma facilidad en una de las plataformas de aterrizaje de la base.<br />Al salir los ocupantes del vehículo aéreo de su interior, se encontraron con un estruendoso espectáculo: cientos de soldados en perfecta formación saludaron a Ekaterina cuando esta comenzó a bajar la alfombrada escalinata, mientras que la banda de música militar de la base tocaba el himno de la Horda Polar, la “Marcha de las Nieves”.<br />Al final de la alfombra se encontraron con un hombre vestido con el traje de gala de mariscal.<br />Era bajito pero de constitución fuerte, calvo y un gran mostacho colgaba de ambos lados de su boca. Su cara era un reflejo de los estragos de la guerra: no había ni un solo recoveco donde no hubiera una cicatriz. El mariscal Bogdan Tachenko saludó a Ekaterina con el saludo militar, seguido por un efusivo abrazo. El ayuda de campo del general, Pyotr Prokofiev saludó a la zarina tan solo con el saludo militar.<br />-Te estábamos esperando, pequeñaja- dijo el mariscal- Cuando leí el telegrama me quedé pensando a que te referías con la frase “tengo la ruina de Alexandra”.<br />-Sabes que me encantan los juegos de palabras, Tachenko- dijo Ekaterina, con una afable sonrisa en los labios.<br />-Ya lo sé pero soy un hombre de acción, no de libros- el militar se dirigió hacia el primer ministro- ¿Qué hay, Baturyn? La pequeñaja sigue manteniéndote despierto hasta la madrugada con sus órdenes, ¿eh?<br />-Es mi trabajo, mariscal- dijo Baturyn con cierto desprecio hacia Tachenko. Los dos no se llevaban muy bien.<br />Mikhail estaba bastante nervioso, como de costumbre, y más al ver como el mariscal trataba a la zarina como si fuera su sobrina o su nieta, sabiendo que cualquiera que había intentado eso antes sin su permiso estaba pasando una larga temporada en Yokutva. El mariscal volvió su vista hacia el colosal científico.<br />-Bueno, ¿quién es el patas largas este, pequeñaja?- le preguntó a Ekaterina.<br />-Es el doctor Mikhail Shorobiensky- contestó la zarina- Él es quien ha hecho posible lo que te tengo que enseñar. ¡Vamos, doctor! ¡Salude al mariscal!<br />-Eh... Sí... Sí, su... su excelencia- Mikhail ofreció su temblorosa mano al militar- Mi... Mikhail Shorobiensky, doc... doctor en bi... biología, se... señor. En... encantado de co... conocerle.<br />Tachenko estrechó con fuerza la mano del científico: “Bogdan Tachenko, mariscal de los ejércitos de la Horda Polar. ¡Vamos, chaval! No tengas miedo. No muerdo”. Mientras que el mariscal estrechaba su mano, Mikhail pensó que todos los huesos de esta acabarían hechos puré: la fuerza de Tachenko era descomunal. Después de la muestra de afecto, el científico retiró su dolorida mano.<br />-Bueno, pequeñaja. ¿Cuál es la ruina de esa imperial almidonada de Alexandra?- preguntó el mariscal a Ekaterina.<br />-Ahora mismo la están bajando del dirigible- Ekaterina señaló a un grupo de operarios bajando una enorme caja de metal. En los lados había pegado un cartel que decía: “¡PELIGRO! ¡NO ABRIR SI NO ES BAJO ESTRICTAS MEDIDAS DE SEGURIDAD!”<br />-Hmmmm...- Tachenko se atusó los bigotes- No entiendo que puede ser. En fin. ¡Prokofiev!<br />-¿Sí, señor?- contestó el ayuda de campo.<br />-Que envíen la caja al hangar número 12.<br />-¡Sí, señor!- Prokofiev hizo el saludo militar y se dirigió hacia los operarios para darles instrucciones.<br />-Bien- siguió el mariscal- Vamos a ver que sorpresa me ha preparado el patas largas.<br />-Tranquilo,- dijo Ekaterina- no te defraudará.<br /><br />-Bien, ¿se puede saber de qué van disfrazados estos tipos?- eso es lo que dijo el mariscal al ver que los operarios se habían puesto las corazas de protección- ¿Y por qué empuñan esos bastones eléctricos?<br />En el interior del hangar solo se encontraban Tachenko, su ayuda de campo, Ekaterina, Baturyn, Shorobiensky, los operarios y la enorme caja de metal.<br />-Tachenko, trae a tus mejores hombres a mi presencia- dijo Ekaterina.<br />-Como quieras, pequeñaja. ¡Prokofiev!<br />-¡Sí, señor!- el ayuda de campo salió del recinto.<br />Pasaron varios minutos. Mientras esperaba, Tachenko sacó su pipa del bolsillo y un sobrecito con un poco de tabaco picado. Tras verter parte del contenido del sobre en la cazoleta, sacó de su otro bolsillo una caja de cerillas. Encendió una frotándola contra la suela de su bota izquierda, la llevó a la pipa y la apagó agitándola. Dio una calada antes de hablar.<br />-¿Qué pretendes, pequeñaja? ¿Qué hay ahí dentro?<br />-Contémplalo tú mismo- Ekaterina dio una orden con la mano y los operarios comenzaron a retirar con sumo cuidado las planchas de metal que rodeaban la caja. Tras estas, se encontraba una jaula y en su interior, un shurale. Tachenko ni se inmutó al ver a la criatura.<br />-¿Bien?- preguntó Ekaterina- ¿Qué te parece?<br />El mariscal dio una profunda calada a su pipa antes de hablar: “¿Sinceramente?”<br />-Sí. ¿Qué te parece?<br />Tachenko se giró hacia Shorobiensky: “¿Lo has hecho tú, patas largas?”<br />-Sí... Sí, señor- contestó el científico.<br />Tachenko volvió a dirigirse a la zarina: “Creo que a la Guardabosques no le haría mucha gracia que le quitásemos el trabajo de crear nuevas criaturas”.<br />-¡Oh, Tachenko! Tú y tu miedo a la ira de los dioses- dijo Ekaterina.<br />-Mira, pequeñaja, un kozak solo le tiene miedo a los dioses y, créeme, esta cosa no sería de su agrado.<br />-Los dioses deben saber que la ciencia avanza- esto lo dijo Shorobiensky- El shurale es el arma definitiva. Un ser creado solo para matar.<br />Tachenko miró al joven y a la siniestra sonrisa que se había dibujado en su cara al hablar de su creación: “¿Ahora no tartamudeas, patas largas?”<br />Los ojos del científico se iluminaron: “¿Cómo osa hablarme así?”<br />-¡Eh! ¡Tranquilo! Estás hablando con el mariscal de los ejércitos de la Horda Polar. Sube un poco más ese tono y sabrás lo que es “un ser creado solo para matar”- Tachenko estaba bastante molesto con la actitud del joven. Sin embargo, Baturyn rió por lo bajo al ver como Shorobiensky hacía frente al mariscal. La confrontación no duró mucho ya que el científico volvió a su estado normal, asustado por la amenaza del kozak. Creedme, nadie en su sano juicio haría enfadar a un kozak.<br />-Eh... Yo... Esto... Disculpe. No... No quería ofenderle, se... señor.<br />-¡Bien! Así me gusta, respetando a tus mayores- dijo el mariscal.<br /><br />Prokofiev volvió con un nutrido grupo de soldados, unos cincuenta.<br />Tanto el ayuda de campo como los hombres que lo acompañaran se quedaron de piedra al ver a la horrible criatura en el interior de la jaula.<br />-¡A... Atención!- gritó Prokofiev, sorprendido por la visión de aquel espécimen- ¡Firmes! ¡Ar!<br />Aún a pesar de la conmoción que supuso la presencia del shurale en la sala, los soldados se cuadraron rápidamente.<br />Tachenko dio una calada a su pipa y comenzó a hablar.<br />-¡Soldados! Sí, ya sé que estáis pensando: “¿Qué demonios es esa cosa de la jaula?”. Bien. Esa cosa, creada por el doctor Mikhail Shorobiensky aquí presente,- Tachenko señaló al científico con la boquilla de la pipa. El joven se puso más nervioso si cabe al ver que toda la multitud le miraba- es el nuevo arma que traerá la victoria a nuestros ejércitos. Nuestra zarina está buscando a los hombres más aguerridos de todo el imperio para poder controlar a estos “shurales” en el campo de batalla. ¡No os preocupéis!- Tachenko hizo una señal a uno de los operarios para que se acercara- Iréis vestidos con esta armadura que os proporcionara la protección necesaria en caso de que estos seres se vuelvan contra vosotros. Además, estos bastones eléctricos os ayudarán a calmar a esas bestias. Así que, soldados, ¿quién de vosotros se ofrece como voluntario?<br />El silencio invadió el interior del hangar. Unos pocos soldados levantaron la mano sin pensárselo dos veces, otros lo hicieron lentamente. El resto no dio ningún tipo de respuesta.<br />-Tan solo doce- dijo Tachenko.<br />Ekaterina dio un paso al frente.<br />-Muy bien. Aquellos que habéis levantado la mano podéis marcharos. Recibiréis una recompensa por vuestro valor- dijo la zarina. Los voluntarios, extrañados, salieron del hangar sin decir nada. Tras lo cual, Ekaterina se dirigió hacia el resto.<br />-¡Muy bien, escoria!- gritó- ¿Así que no queréis servir a vuestra patria, verdad? ¡Cobardes! ¡Sois un atajo de cobardes! ¿Por qué entrasteis en el ejército? ¿Por el sueldo? ¡Imbéciles! ¡No os merecéis ni un solo oso de plata! No solo tenéis la desfachatez de desobedecer a vuestro mariscal sino que también desobedecéis a vuestra zarina ¡A mí! ¡Traidores! ¡Sois unos traidores! ¡Todos! ¡Tachenko!<br />-¿Sí, su excelencia?<br />-¡Ellos serán los voluntarios para conducir a los shurales en el campo de batalla! ¡No se les ofrecerá ningún tipo de sueldo o de compensación hasta que vea que son dignos de ello!<br />-¡Sí, su excelencia!<br />-¡Marchaos! ¡Fuera de mi vista!- los “voluntarios” salieron del hangar en silencio, con el terror en sus caras.<br />-Lo ves, Tachenko- dijo Ekaterina- No fue tan difícil encontrar a los hombres adecuados.<br />-Hmmmm...- dijo Tachenko- Solo la guerra nos dirá si fue una buena idea crear semejante ser, pequeñaja.<br />-Tranquilo, Tachenko- dijo Ekaterina, con una sonrisa en los labios- Pronto habrá una. </i>Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-25820582663139835332013-01-31T02:59:00.001-08:002013-01-31T02:59:17.217-08:00Praenomen, nomen y cognomen.¡Hola, chicos!<br />Un post rapidito para compartir con vosotros una cosa.<br /><br /><a href="http://home.golden.net/%7Eeloker/romanname.htm">Ted's Roman Name Generator</a><br /><br />¿Qué chorrisandez es esa?<br />Simplemente, es un generador de nombres romanos. Ponéis vuestro nombre y vuestro primer apellido y descubriréis como os llamaríais si fuerais ciudadanos de pleno derecho de la República. O del Imperio, a mí me da igual.<br />Sí, los genera al azar pero creo que es una buena herramienta por si estáis interesados en escribir algún relato o guionizar un cómic ambientado en la Antigua Roma o en un mundo de fantasía con reminiscencias romanas.<br /><br />Tranquilos, en el próximo post disfrutaréis de una nueva aventura de Ekaterina. ¡Nos vemos!Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-48703450913168480982013-01-26T07:08:00.001-08:002013-01-26T07:08:11.749-08:00¡Revolución!: un relato escrito por Vilem Landerer.¡Saludos a todos!<br />
Es increible la aceptación que están teniendo los relatos sobre Ekaterina que he escrito.<br />
No sé si es que me estáis haciendo la pelota y no tenéis valor para decirme lo mal que escribo o que realmente os gustan.<br />
<br />Por eso, os quiero dar las gracias.<br />
Gracias por vuestros comentarios, apoyo, sugerencias, críticas y fanarts.<br />
Y todo esto viene a colación porque Vilem Landerer, gran colega que tengo en Subcultura y gran escritor, ha escrito este relato protagonizado por la emperatriz que todos queremos (si no la apreciamos, nos mandará fusilar XD).<br />
Aquí tenéis el relato de Vilem, titulado "¡Revolución!". ¡Muchísimas gracias, compañero!<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">La
plaza del Palacio Helado hervía de excitación. De violenta
excitación. Una docena de guardias del Oso, con sus grandes barbas y
bigotazos y sus ushanka de pelo de oso, se apelotonaban alrededor de
aquella figura delgada y pequeña que blandía el sable de su padre e
increpaba brutalmente al gentío que los rodeaba. Más de un centenar
de personas rodeaban a los 13 que se defendían contra la puerta,
encima de los cadáveres de enemigos y compañeros, muertos en los
minutos previos. La Guardia del Oso había tenido que improvisar una
defensa alrededor de Ekaterina, pues no sólo el palacio, sino la
capital entera se había rebelado y después de horas de limpieza
dentro del mismo, los revolucionarios del Igualitarismo habían
conseguido penetrar las puertas del patio. La Emperatriz, en lugar de
huir, había empuñado su sable y llevaba toda la mañana al frente
de aquella lucha desesperada contra un enemigo que los superaban y
mucho, en número. La habían herido de un mosquetazo y se mantenía
erguida pese a ello, con un trozo de manga de la casaca de uno de sus
guardias, que se la había arrancado nada más verla herida. A su
alrededor luchaban con denuedo, aunque ya daban muestras de fatiga y
sus enemigos más cercanos tenían una evidente faz de terror.
Algunos ya no se acercaban y los fusiles comenzaron a aparecer entre
las primeras líneas.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡Perros!
–gritó de pronto feroz, Ekaterina–. ¡De esta no os librareis
tan fácilmente! ¡Vuestras cabezas adornarán mi palacio durante
generaciones!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Se
prepararon para disparar, sin acercarse demasiado a la masa humana
erizada de sables y medias picas, que ya había agotado municiones y
se preparaba para recibir la descarga.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡Mi
guardia! –siguió la emperatriz, con la certeza de que aquellos
eran sus últimos momentos y no iba a dejar de presentar batalla–.
¡Cubríos con los muertos! ¡Usadlos de parapeto!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">La
Guardia se giró. Parte de su consigna extraoficial es que no se
cubrían, ni retrocedían. Pero allá estaba ella, menuda y herida,
el sable de su padre muerto en la mano, gritando órdenes e insultos
por igual, sin descomponerse. Alguno recordó la muerte del
progenitor y alguno sintió ternura hacia la cruel Ekaterina, así
que con ánimos renovados, se agacharon, se echaron los muertos por
encima y recibieron las primeras descargas con resignación. A los
sublevados les debían faltar municiones también, pues entre una y
otra pasaban varios minutos, mientras buscaban pólvora para recargar
los fusiles.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡Traed
más balas! –gritó uno de los rebeldes, hacia su retaguardia–.
¡Más cartuchos, más pólvora!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Ekaterina
no se pudo contener. Una cosa era el enorme enfado del hecho de que
se hubieran levantado contra ella. Pero así, de esa manera, con tan
poca previsión, le nublaba el juicio.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¿¡¡Más
balas!!? –gritó y se la pudo escuchar en toda la capital–.
¿¡¡Acaso creéis que esto es la caza del cerdo negro de
Zaranamov!!? ¡¡Estáis asaltando el Palacio Helado esperando que lo
entregaría!! ¿¡¡Por quién demonios me tomáis!!?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Se
quedaron paralizados por el estupor. Aquello no estaba saliendo cómo
habían planeado. La mayoría pensaba que la fuerza de la unidad y la
fraternidad derrotaría a los imperialistas. No se habían esperado
que la Guardia del Oso fuera una piedra tan dura. Y la propia
emperatriz no se quedaba atrás. Pensaban que acabaría de forma
similar a la rebelión que acabó con su padre, pero que ahora no
habría una cabeza visible de gobierno. Creían muchas cosas.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">El
silencio se había hecho en la plaza. Nadie se atrevía a toser y
sólo se escuchaba la respiración furiosa y agitada de Ekaterina,
que fue creciendo en magnitud, hasta que todos creyeron que se
transformaría de un momento en otro en el dragón que temían que
fuera y los devoraría.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡Vamos
hermanos, terminemos con ella –dijo desde atrás, tratando de dar
algo de valor–, antes de que se organicen de nuevo!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Se
envalentonaron de nuevo, sólo eran doce hombres y una muchacha. Eran
veinte veces ellos, no había nada que temer. Y con esa premisa, se
lanzaron de nuevo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡Cerrad
fila, mi Guardia! –gritó de nuevo, al ver que se les echaban
encima otra vez–. ¡No olvidaré esto! ¡Ekaterina no olvida!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Los
veteranos guardias se apretaron de nuevo y combatieron recio. El
rumor de la respiración de la emperatriz seguía creciendo. Hasta el
punto de que se dieron cuenta de que no era respiración, sino un
motor. Algo motorizado se acercaba por la avenida, de la que
comenzaban a llegar relinchos y voces airadas. Un cañón de asalto</span></span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">
avanzaba por el centro de la vía, flanqueado por dos carros de
combate</span></span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">,
a cuyos costados se abría una enorme cantidad de kozaks, que ya
llevaban sus sables desenvainados que centelleaban al sol del
atardecer. Se abrían paso entre la muchedumbre que rodeaba y llenaba
la plaza del palacio, sin frenar ante nadie, dispersando a la
población.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡Preparados
para abrir fuego! –gritó el comandante dentro de la bestia de
acero, mientras el artillero afinaba puntería, con el cañón
cargado con carga doble de metralla–. ¡A mi orden! ¡Fuego!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">El
corazón del monstruo vibró brutalmente por la descarga. El enorme
cañón retrocedió un metro y frenó con terrible estrépito, hasta
el punto de que el vehículo ralentizó su marcha.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Medio
centenar de personas cayeron al suelo, muertas o heridas por las
pelotas de plomo en el aire. Ekaterina sintió que la deflagración
la golpeaba y un calor de satisfacción le recorrió el torso. Cuando
los tanques abrieron fuego a su vez y los kozaks alzaron sus sables y
picaron espuelas, los rebeldes flaquearon visiblemente. La emperatriz
vio la duda en sus ojos y supo que era el momento.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡Vamos
mi Guardia! ¡A por ellos! –se levantó ella, alzando el sable
ensangrentado, conteniendo la mueca de dolor–. ¡Hay que apretar!
¡Seguidme!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Los
del Oso se levantaron. Muchos de ellos le triplicaban la edad. Y
ninguno se iba a quedar atrás. Se prepararon, mientras Ekaterina
ayudaba al más anciano de todos a levantarse, pues era de los más
heridos y había cubierto a la emperatriz durante toda la batalla.
Ella lo agarró del costado y lo mantuvo en pie.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡A
ellos! ¡A ellos! –repitió, tomando aire–. ¡¡A ellos!!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Se
lanzó hacia adelante, con el anciano a su izquierda parando y dando
tajos y se vió a ella misma, en medio de la multitud, cortando cómo
si fuera lo único que pudiera hacer.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">Los
rebeldes entraron en pánico tras semejante muestra de ferocidad. Los
guardias mataban a cualquiera que se acercara y no dejaban de moverse
hacia adelante, cubriendo a sus compañeros, con Ekaterina en el
centro, cargando con la ayuda de otro más al más veterano de ellos.
Las cabezas se abrían cómo melones, horrendas brechas se aparecían
en torsos y los miembros quedaban inútiles. La masa se movió hacia
la puerta, por la que entraba el enorme cañón de asalto</span></span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">,
que no frenó, sino que aplastó a los que cogió por medio,
convirtiéndolos en pulpa sanguinolenta. Casi inmediatamente el
gentío se echó al suelo, soltando armas y bagajes, pues tras el
animal de acero cargaban los kozaks, sables en alto.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
–<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">¡No!
–gritó Ekaterina, voceando ronca, pero enérgica–. ¡Los quiero
vivos!</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">El
mundo se enteró un día después de lo ocurrido en el Horda Polar.
Una revolución a gran escala, violenta y de carácter igualitarista
había intentado deponer a la actual emperatriz. Sin éxito. Imágenes
de ahorcamientos se podían ver en todas las salas de filmes una
semana más, así cómo escenas grabadas por la propia propaganda
imperial, mostrando escenas de Ekaterina firmando papeles, herida
pero con fuerza, así cómo colgando medallas en el pecho a 11
guardias del Oso y depositando una doceava en un ataúd adornado con
la bandera nacional. El propio mensaje de Ekaterina, fue emitido por
radio casi dos semanas después, cuando concluyeron las
investigaciones de sus servicios de espionaje, que habían salido
malparados tras la súbita revolución, pues a muchos los habían
atrapado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;"><<No
puedo decir que no me haya sorprendido el intento de levantamiento.
No me lo esperaba y desde luego, no imaginé que su germen vendría
del extranjero. Un grupo de espías, que ya han sido ajusticiados en
su totalidad, instigaron, organizaron y armaron; muy pobremente, a
los golpistas. Creyeron que no necesitaban de más, pues me
eliminarían con facilidad, pero no pensaron que soy hija de mi padre
y con su mismo sable, el mismo que usó la última vez que corrió a
sofocar un levantamiento. ¡Soy Ekaterina Fyodora Zolnerowich, hija
de Alexis Fyodor Zolnerowich! ¡No soy una cualquiera y a mí, no se
me vence por la espada! Pero es evidente que el Imperio de su
Majestad en vista de que no puede derrotar a Horda Polar en la
honrada guerra, trata de hacerlo mediante actos subversivos, azuzando
a mi propio pueblo en mi contra. Los detenidos han sido condenados a
trabajos forzados, pues no creo que su ejecución sea lo que merecen,
ya que al fin y al cabo fueron otros los conspiradores y ellos tan
sólo las marionetas. Espero que mi magnanimidad convenza a mi gente
de que trabajar por nuestro bien común es mucho mejor que conspirar
con agentes enemigos, que no dudarán en dejar abandonados a sus
aliados aquí, con tal de salvar el pellejo.>></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: x-small;">El
discurso caló muy hondo en Horda Polar. Todos sabían de la feroz
resistencia en el palacio y de que la propia Ekaterina había peleado
mano a mano con sus guardias. Nadie se atrevería a levantarse de
nuevo contra ella, al menos no en tiempo de paz. Nadie, pues a pesar
de su relativa indulgencia con los vivos, los muertos seguían
observando al pueblo desde las estacas donde habían clavado las
cabezas de los insurrectos fallecidos. Nadie olvidaría aquello y a
la Emperatriz se le daba muy bien que nadie olvidara.</span></span></div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-91219987340064281412013-01-20T08:14:00.003-08:002013-01-20T08:17:30.626-08:00El rey de Prusia y el pandur.¡Hola, amantes de la historia!<br />
¿Cómo lo lleváis? Me encanta escribir en las románticas tardes de domingo, así que he pensado que sería una buena idea escribir un post sobre alguna curiosidad histórica. Esta vez, os vais a reír con algo que paso hace mucho tiempo. Seguid leyendo.<br />
<br />
1758.<br />
Hace dos años que comenzó la Guerra de los Siete Años.<br />
Los austriacos, deseosos de recuperar la región de Silesia perdida tras su Guerra de Sucesión en favor de los prusianos, no tuvieron en cuenta que se enfrentaban a un reino donde cada hombre había nacido para la guerra. El "ejército con un estado", como algunos lo denominan, marchaba sin ningún tipo de oposición hacia Austria gracias al liderazgo de su rey, Federico II.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/43/Frederick_II_of_Prussia_Coloured_drawing.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/43/Frederick_II_of_Prussia_Coloured_drawing.png" height="320" width="229" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Der Alte Fritz</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
No hace falta decir mucho sobre este hombre.</div>
<div style="text-align: left;">
Bueno, para los que no lo conozcáis deciros que está considerado como una de las mentes tácticas más celebradas de la historia. Federico sabía siempre que hacer en el campo de batalla, como buen prusiano que se preciase. Además, su mente no solo estaba abocada a la guerra. Era también un buen músico y un gran filósofo. Amigo de Voltaire, Federico fue el autor de "El Antipríncipe" o "Anitmaquiavelo", un tratado en el cual desmontaba todas las tesis sobre el gobierno de una nación ideadas por el escritor florentino.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Siguiendo con nuestra historia, nos encontramos a Federico guiando a sus ejércitos en persona por la región de Moravia, en la actual República Checa. Esta región pertenecía al imperio de los Habsburgo en esta época. Mientras que nuestro protagonista cabalgaba a la cabeza de su ejército por un camino, a lo lejos divisó algo que le llamó la atención: detrás de una cerca que delimitaba el camino, había un hombre apostado detrás de un árbol. Federico se quedó extrañado y decidió avanzar hacia donde estaba el hombre. Al acercarse, pudo ver al hombre apuntándole con un mosquete. Resultaba ser un pandur, un tipo de infantería ligera de origen croata al servicio del Imperio Austrohúngaro. Federico, al ver que el hombre no abría fuego, se encaró y le dijo: "¡Tú! ¡Tú! ¡Sí, tú! Espero que no te quede pólvora en la cazoleta". Acto seguido, el rey de Prusia dio media vuelta. El pandur, avergonzado, bajó el arma y dejó que Federico se marchase.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLX8YmDHuHyNDBRo_7HKLoAmLK7tOTOSX3DdSkERbwaV00hfZONb82iJQTlgSth9Eas6Xg93du4ymvMlCTGwbsABonBQlu6B7AqBq-5c4aeldVEd-PRMXQkAGgnE_Om5LXlwyQ2z881-I/s1600/Fede+y+el+pandur.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLX8YmDHuHyNDBRo_7HKLoAmLK7tOTOSX3DdSkERbwaV00hfZONb82iJQTlgSth9Eas6Xg93du4ymvMlCTGwbsABonBQlu6B7AqBq-5c4aeldVEd-PRMXQkAGgnE_Om5LXlwyQ2z881-I/s1600/Fede+y+el+pandur.jpg" height="315" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Es una anécdota muy curiosa, ¿no os parece?</div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-32275784544135473052013-01-14T03:06:00.001-08:002013-01-14T03:09:07.712-08:00Esa espantosa portada.¡Hola, gentes!<br />
Hoy os voy enseñar algo espantoso. Terrorífico, si lo queréis llamarlo así.<br />
Ayer, hablando con Soturisi por el chat de Facebook, le enseñé algo que me costó trabajo hacer pero que, si os digo la verdad, deja mucho que desear.<br />
Como recordaréis de un post que escribí hace bastante tiempo en Subcultura sobre las Guerras Husitas, escribí una novela para un trabajo de clase ambientada en este conflicto titulada "El Ganso y el Cáliz". 24 páginas (el escaso tiempo que teníamos para escribirla hizo que tuviera que saltarme varias cosas) de batallas, dilemas religiosos y clichés de películas de aventuras.<br />
Bien, para rizar el rizo, dibujé una portada para presentar este escrito. He aquí el desaguisado:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiYs7iPtnnm5Fd541yApus7iNcaoqMRd-7dDnurTmgVcWxi4cSRFSEBWBDSWoJCxj_TQW7N6KQaevAqqKt_R1cyk3Tdm_jA_Qnx4FELyC5G2aGOUp_oJsGtJW1S40VOnJxjrAY8fd6KDQ/s1600/PortadaGC.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiYs7iPtnnm5Fd541yApus7iNcaoqMRd-7dDnurTmgVcWxi4cSRFSEBWBDSWoJCxj_TQW7N6KQaevAqqKt_R1cyk3Tdm_jA_Qnx4FELyC5G2aGOUp_oJsGtJW1S40VOnJxjrAY8fd6KDQ/s1600/PortadaGC.png" height="400" width="376" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>¡¡¡AAAAAAAARGH!!! ¡MIS OJOS! ¡MIS OJOS!</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Sí, amigos míos. Lo que estáis viendo es la cutre-portada que hice para la novela.</div>
<div style="text-align: left;">
¿Qué pasos seguí para hacer este atentado contra el buen gusto? Primero, dibujé en un folio lo que quería representar. Segundo, rotulé el dibujo con un rotulador Carioca de los gordos (sí, habeis leido bien). Esceneé y coloreé usando Fireworks.</div>
<div style="text-align: left;">
La inspiración me vino de las ilustraciones sobre los soldados husitas que Angus McBride hizo para el libro de Osprey que usé para documentarme.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Como veis, el resultado deja mucho que desear.</div>
<div style="text-align: left;">
No solo por el color sino también por varios elementos. Las hastas de las banderas son uno de ellos. La propias banderas también, que no dan sensación de estar ondeando en el aire. Esa especie de cerca negra es en realidad un ejército visto por detrás (sí, es eso). Creo que lo único que me salió bien fue el pelo del personaje y los dibujos que aparecen en las banderas (el ganso y el cáliz).</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Bueno, solo quería compartir esto con vosotros.</div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-48394731671846088712013-01-10T09:03:00.000-08:002013-01-10T09:03:12.647-08:00La emperatriz y el científico.Bueno, aquí tenéis otro relato protagonizado por Ekaterina.<br />
Debido al éxito que está teniendo, he pensado que sería mejor daros a conocer algo más el mundo de Verne pero antes, otra aventura de nuestra soberana favorita donde conceréis a otros personajes de su peculiar universo (y alguna cosa que os llamará la atención).<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La tensión en la Sala de Espías del
Palacio Helado se podía cortar con un cuchillo aquella mañana
helada de primiembre. No era para menos, ya que las noticias llegadas
desde el Imperio de Su Majestad en forma de película muda eran
preocupantes. Entre los fotogramas del film proyectado se podía ver
a unos científicos y militares imperiales probando un nuevo arma: un
cañón eléctrico de proporciones colosales, capaz de convertir el
campo de batalla en un yermo de un solo disparo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina miraba con gesto furioso la
pantalla. A lado del proyector, de pie, estaba la coronel Nadia
Tereshkova, jefa del Servicio de Inteligencia de la Horda Polar.
Terroríficas historias cuentan sobre esta mujer de unos treinta y
tantos años. Dicen que ha matado a bebés con sus propias manos o
que asesinó a toda la familia de un disidente solo para que contara
sus planes.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Cómo ha conseguido esa estúpida de
Alexandra esa tecnología?- preguntó su Excelencia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Gracias al tratado de entente cordial
firmado con Losange, excelencia- contestó Tereshkova con voz suave,
algo que llamaba la atención si pensamos en la cantidad de actos de
crueldad protagonizados por esta mujer- Abeille intercambió su
tecnología eléctrica a cambio de varios privilegios comerciales con
las colonias imperiales.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Argh! Esto complica las cosas-
Ekaterina se levantó de la silla y se encaminó hacia Nadia. La
mujer miraba a su excelencia con su único ojo sano- Tenemos que
golpearles antes de que desplieguen esa monstruosidad en el campo de
batalla.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Quiere que lleve acabo una operación
para sabotear el arma?- preguntó la coronel con una tranquilidad
escalofriante.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No, no. Combatiremos el fuego con
fuego. Crearemos un arma que consiga poner en fuga a los ejércitos
imperiales.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Algo en especial?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No sé. Ya se me ocurrirá algo pero
tengo una misión para usted, Tereshkova: quiero que encuentre al
mayor genio que habite en nuestro imperio. Busque por todas las
universidades del país...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Solo tenemos una universidad en
nuestro país, su excelencia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡No me interrumpa! Ciudades, pueblos,
aldeas, donde sea pero que sea una mente prodigiosa. Él será quien
consiga que Alexandra se arrodille ante mí.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Como guste, su excelencia- Tereshkova
se cuadró, hizo el saludo militar y salió de la habitación.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina gritó: “¡Tiene dos días,
Tereshkova!”</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Su majestad se quedó mirando a la
pantalla donde la película se quedó parada en el momento en el que
los científicos imperiales celebraban el buen resultado del
experimento.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Pronto no tendréis nada que celebrar,
imbéciles- Ekaterina salió de la sala como una exhalación.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Dos días pasaron.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Alguien llamó a la puerta del despacho
de la emperatriz.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Entre!- gritó Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La coronel Tereshkova entró. Es algo
curioso pero a pesar de las botas de caña alta que calzaba, no hacía
ningún ruido al andar.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Ah, Tereshkova! ¿Lo ha encontrado?-
preguntó la joven soberana entusiasmada como un niño cuando recibe
sus regalos de cumpleaños.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí, su Excelencia. De hecho, está
ahora mismo aquí. Ha sido una misión bastante difícil.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No me importa su vida, Tereshkova.
Hágalo pasar.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Como ordene- Tereshkova abrió un poco
la puerta del despacho he hizo un gesto para que alguien pasase.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina, sentada en la mesa de su
escritorio, se quedó con la boca abierta al ver a la persona que
acababa de entrar. Decir que era alto era quedarse corto. Su estatura
era tal que el joven tuvo que agacharse al entrar para no golpearse
la frente con el dintel de la puerta. Delgado pero robusto, su
cabello rubio presentaba dos marcadas entradas que denotaban una
alopecia galopante pero parecía no importarle ya que no intentaba
ocultarlas con ningún tipo de sombrero. Detrás de unas redondas
gafas de alambre se encontraban dos ojos verdes. En su mano derecha
llevaba un portafolios que sujetaba con firmeza aunque, en general,
parecía estar bastante nervioso. Ekaterina se repuso ante la visión
de semejante titán, carraspeo, se puso de pie y alzó su cabeza para
ver al joven hasta que su cuello no dio para más.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Eh... ¿Así que este es nuestro
hombre? Y bien, ¿tendrás un nombre, no?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sss... Sí, su... su ex... excelencia.
A... Antes de nada, qui... quiero decirle que... que es un honor que
me haya seleccionado y...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Te he pedido un nombre, no un montón
de balbuceos sin sentido- dijo Ekaterina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sss... Sí. Mi... mi nombre es
Mikhail... Mikhail Shoroviensky- a pesar de su imponente tamaño, el
joven temblaba como un flan.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Ah, bien! ¿Qué edad tienes?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Ve... Veintisiete años, su... su
excelencia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Eres casi diez años mayor que yo, ¿lo
sabías?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí... Sí, su exce...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bien, vayamos al asunto- interrumpió
Ekaterina- Necesito enseñarle a esa mojigata de Alexandra que la
Horda Polar está a la vanguardia en cuestiones de tecnología
bélica, ¿comprendes?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El joven asintió, sin poder articular
palabra debido a los nervios.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Es por eso que estás aquí- prosiguió
la zarina- Quiero que tú construyas el nuevo arma que llevará a
nuestra gloriosa nación hacia la victoria.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Co... Construir?- preguntó Mikhail
con gesto de no entender nada.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Sí! ¡Construir!- Ekaterina abrió
uno de los cajones del escritorio y sacó un rollo de papel. Lo
desplegó ante la mirada del joven. El papel era un plano de lo que
parecía un amasijo de cañones sobre unas gigantes ruedas de oruga.
Encima del dibujo estaba escrito: “Domador de Leones”. En la
esquina inferior izquierda estaba la firma de la zarina- Ves, lo he
diseñado yo- dijo, sosteniendo el plano por encima de ella. Era una
imagen bastante cómica, como si una niña pequeña le enseñase a su
padre el dibujo que hizo el día anterior en la escuela- Estos son
cañones AA, por si al imperio se le ocurre mandarnos su armada
aérea. Estas ametralladoras convertirán en pulpa a la infantería y
a la caballería; y este cañón...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Si.. Siento interrumpirla, su
excelencia, pe... pero no soy ingeniero- dijo el joven.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Cómo?- preguntó Ekaterina mientras
bajaba el plano. Su rostro estaba pasando de blanco invernal al rojo
de la furia contenida.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No... No soy ingeniero. Soy biólogo,
su... su excelencia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina miró con rabia hacia la
coronel Tereshkova. Volvió a mirar al joven y con una sonrisa y una
voz entre la dulzura y el odio dijo: “Perdón. ¿Serías tan amable
de salir de mi despacho un momento? Gracias”. El joven asintió
nerviosamente, hizo una reverencia con la cabeza y salió de una
zancada de la habitación.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡¡¡¿¿¿CÓMO QUE UN
BIÓLOGO???!!!- gritó Ekaterina a la jefa del servicio secreto con
toda su ira- ¡¡¡DISEÑO EL MEJOR ARMA DEL MUNDO Y ME TRAE UN
BIÓLOGO PARA CONSTRUIRLA, TERESHKOVA!!! ¿Cómo va a construir un
arma un tipo que solo entiende de animalitos y de plantas, eh,
Tereshkova?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La coronel ni se inmutó. Al contrario,
contestó de forma pausada y tranquila: “No especificó qué clase
de arma buscaba”.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Claro! ¡Ahora soy yo la que mete la
pata!</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Si le diera una oportunidad...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina cayó. Respiró hondo: “Está
bien. Hágalo pasar de nuevo”.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Mikhail volvió a entrar. Ekaterina lo
miró con gesto arrogante.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Y bien, biólogo, ¿qué tienes
pensado hacer?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bu... Bueno. Ve... Verá. Es sobre el
ca... campo de inves... investigación de mi tésis doc... doctoral,
su... su excelencia- el joven abrió el portafolios y sacó un gran
tomo que ofreció a Ekaterina. La zarina leyó el título de la
portada.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-”La creación de nuevas formas de
vida gracias a la unión de sus células”. 382 páginas. No tengo
tiempo para leer. Resúmelo en pocas palabras.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Ve... Verá. Creo que combinando los
tejidos de dos o varias criaturas y aplicando una serie nutrientes se
podría crear una nueva forma de vida que combine las características
principales de los especímenes de muestra.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina arqueó una ceja: “¿Crear
una abominación de laboratorio?”, preguntó.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bu... bueno, podría decirse así.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Genial!- exclamó la emperatriz.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Le... le gusta?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Creo que no eres muy bueno detectando
el sarcasmo. Me refiero a que todo eso lo puede hacer un científico
loco en el sótano de su casa.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Pe... pero eso a lo que usted se
refiere es... es a partir de partes de criaturas. Yo hablo de solo un
tejido. Se... sería como un em... embarazo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Claro que sí. ¿Y quieres que yo
engendre a ese ser?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Nn... No. Con un tanque de cría de mi
invención po... podría hacerlo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Hmmmm... Eso suena más factible-
masculló la soberana- Bien, ¿tienes alguna de tus criaturas
disponible para que la vea?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Es... es que ese es el problema.
Nun... nunca he podido llevar a la práctica mi teoría.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina miró con desdén a Mikhail:
“¿Estás de broma, no?”</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No. Es... es cierto.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Y cómo quieres que invierta en algo
que ni sé si va a funcionar?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Por favor, su excelencia- dijo
Tereshkova- Dele una oportunidad al señor Shoroviensky.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina cerró los ojos y se llevó
la mano a la frente mientras pensaba. Al cabo de unos segundos,
reaccionó: “Está bien. ¿Qué necesitas para que todo ello
funcione?”</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bi... Bien- contestó Mikhail-
necesito muestras de tejido de cualquier criatura.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bien. Se pueden conseguir del zoo
imperial y de los campos de prisioneros. ¡Más!</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí... Y líquido amniótico.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Qué?- Ekaterina se sosprendió.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-S... Sí. Es para que la cámara de
cría sea igual a un útero y nu... nutra al feto . Se puede
conseguir durante el parto, cuando la mujer rompe aguas.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bien. Tereshkova, encárguese de
encontrar a mujeres a punto de dar a luz para conseguir todo el
líquido amniótico que pueda. Recompense a las familias que
colaboren con 500 osos de plata.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí, su excelencia. Ahora mismo-
Tereshkova se despidió con el saludo militar y salió del despacho.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina se acercó al interfono de su
despacho: “¡Baturyn!”</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La voz cascada del primer ministro
salió del aparato: “¿Sí, su excelencia?”</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Proporcione un laboratorio en el
Hospital del Ejército al señor Mikhail Shoroviensky- dijo la
emperatriz.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Como ordene, su excelencia- contestó
Baturyn.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina volvió a acercarse al joven.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Cuánto tiempo tardaría en gestarse
una de esas criaturas?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bu... bueno. Depende de su complejidad
y...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Cuánto?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-U... unos cuatro meses, su excelencia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Bien. Tienes cuatro meses para
sorprenderme. Podrás pedir lo que quieras para que el experimento
sea un éxito.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Oh! ¡Mu... Muchísimas gracias, su
excelencia!- el joven no paraba de hacer reverencias, tantas que
Ekaterina tuvo que apartarse para que su cabeza no chocara con la del
joven.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Pero si me fallas, te reservaré un
destino peor que Yokutva.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Eh... Sí. No... No le fallaré.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Eso espero.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Los días pasaban y las noticias que
llegaban sobre el nuevo arma del imperio no eran muy halagüeñas. El
15 de duomiembre los servicios secretos de la Horda Polar recibieron
un informe en el que se aseguraba que el arma en cuestión, llamada
en clave “Garra del León”, había sido usada en una batalla
contra las fuerzas de fanáticos del Archimago en Sitán. El
resultado fue que el ejército de rebelde fue convertido en cenizas
en un abrir y cerrar de ojos. Ekaterina se mordía las uñas
esperando que concluyeran los experimentos de Shoroviensky.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Y llegó cuatromiembre y con él, la
tan esperada noticia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Era de noche. Ekaterina se disponía a
ir a sus aposentos para dormir cuando Tereshkova apareció de la
nada, algo normal en ella.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Aaaaaaaah! ¡Tereshkova! ¡No me dé
esos sustos!- gritó sobresaltada la zarina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Excelencia, he recibido un mensaje de
Shoroviensky- decía la coronel, sin mostrar ningún tipo de emoción
en su rostro- Dice que el experimento ha sido un éxito y que espera
su visita.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Sí?- los ojos de Ekterina se
iluminaron- ¡Vayamos pues al laboratorio! ¡No hay tiempo que
perder!</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i><br /></i>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El Hospital del Ejército fue
construido por el zar Anatoly, abuelo de Ekaterina, para proporcionar
un lugar de reposo a aquellos militares que habían sido heridos
durante las Guerras de la Abeja. El edificio de tres plantas
presentaba una arquitectura bastante cuadriculada, como era normal en
la Horda Polar. Estaba lleno de interminables filas de ventanas para
aprovechar la luz del sol. La puerta principal estaba rematada por el
escudo de la Horda Polar: una estrella de nieve con la cabeza de un
oso rugiendo en el centro.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina llegó montada en un faetón
a vapor junto con Tereshkova al lugar pasada la medianoche. En la
puerta les esperaba Dmitry Khorsov, el director del hospital, el cual
mostraba signos de que había sido levantado a la fuerza de un sueño
reparador.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Su excelencia- dijo mientra bajaba las
escaleras de la entrada para saludar a Ekaterina- Es un honor que
visite nuestra institución...- Khorsov se quedó a mitad de discurso
cuando la zarina pasó por al lado suyo como un vendaval. Tan solo le
dijo: “Khorsov, a los laboratorios. ¡Ahora!”. El director se
giró y decidió que lo mejor era callar y seguir las órdenes de su
excelencia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Llegaron a un elevador. Las puertas se
abrieron y entraron Ekaterina, Tereshkova y Khorsov. El director sacó
un manojo de llaves de su bata de médico y encajó una en una
cerradura que había en el panel de mandos la cabina. Giró y, acto
seguido, las puertas se cerraron y el habitáculo comenzó a
descender.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Perdone que le moleste, su excelencia-
dijo el director- pero he de hablarle de Shoroviensky.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Sí?- Ekaterina contestó como si no
le importara nada de lo que saliese de la boca del hombre.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Verá, es sobre su comportamiento.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Su comportamiento?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí. El señor Shoroviensky es un
chico bastante tímido y educado, dicho sea de paso, pero cambia
radicalmente cuando se encuentra en su laboratorio.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿A qué se refiere con “cambia”,
Khorsov?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Me refiero a que se vuelve, ¿cómo
decirlo?, loco. El otro día tuvimos que sedar a una enfermera que
había entrado para llevar material quirúrgico al doctor
Shoroviensky. Salió de la habitación con un ataque de nervios,
gritando como si hubiera visto algo horrible. Cuando conseguimos
tranquilizarla, habló de una horrible criatura en el interior de una
cámara de cristal y de que la bata de Shoroviensky estaba cubierta
de sangre.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Algo más, Khorsov?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí. La enfermera dijo que vio el
rostro del doctor. Dice que sonreía.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Eso es algo malo? Es síntoma de que
le gusta su trabajo. Yo también sonrío cuando firmo una orden de
ejecución.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Pero es que no era una sonrisa normal.
La enfermera aseguró que era una sonrisa diabólica, como si el
doctor Shoroviensky estuviera poseido.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Tal vez sea el poder de la ciencia,
Khorsov. Y deje de aburrirme con sus anécdotas.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El elevador llegó a su destino,
frenando suavemente con el suave sonido del vapor saliendo de unas
espitas. Las puertas se abrieron y los tres ocupantes de la cabina
salieron hacia un pasillo lóbrego, iluminado tan solo por unas pocas
lámparas de gas. Avanzaron por el lugar hasta llegar a una puerta de
metal con un rótulo: “Laboratorio de Investigación nº 3”. Las
tres personas se quedaron de pie ante la puerta. Ekaterina miró a
Khorsov.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿A qué espera? ¡Abra la puerta!-
ordenó la zarina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>El director asintió y abrió. La
imagen que se encontraron en el interior del laboratorio era bastante
espeluznante: probetas, instrumental, hasta el suelo estaba manchado
de sangre. En un lado, una gigantesca cápsula de metal, con una
abertura en la parte superior accesible con una escalera, estaba
cubierta por una mezcla de sangre y líquido amniótico.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Por todos los dioses!- musitó
Khorsov.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Vale. Creo que lo que decía su
enfermera era verdad- dijo Ekaterina- Muy bien. ¡Shoroviensky!
¿Dónde demonios estas metido?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-A... aquí, su... su excelencia-
Shoroviensky salió de un rincón de la habitación. Estaba cubierto
de sangre y arañazos. Al lado suyo, una sabana tapaba algo con forma
de cubo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Se puede saber que ha pasado?
¡Contesta!- ordenó la zarina.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Oh! Verá, tuve unos pequeños
problemas con el espécimen pero pude solucionarlos a tiempo-
contestó el joven. Los presentes se dieron cuenta de algo extraño
en él cuando comenzó a hablar del “espécimen”: había dejado
de tartamudear. Parecía mostrarse más seguro- ¡Lo sabía! ¡Tenía
razón! ¡Mis teorías son ciertas! ¡Lo conseguí! Fue un trabajo
duro, casi no lo consigo pero aquí está- Shoroviensky tiró de la
sabana para descubrir una jaula. En el interior, se encontraba una
gigantesca criatura, de pie sobre sus patas traseras, cubierta de
pelo, ojos rojos, dientes afilados y unas garras que podrían
destrozar hasta el mejor de los blindajes. Parecía inquieta y
respiraba con bastante fuerza. Shoroviensky siguió hablando- He
usado tejidos oso, de tigre de las nieves y de humanos. Intentó
atacarme cuando lo saqué del tanque de cría pero mire: está vivo.
¡Vivo!- una diabólica sonrisa adornó el rostro del científico en
ese momento- Lo llamo “shurale”.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina se quedó mirando a la
criatura completamente pasmada mientras que Khorsov intentaba por
todos los medios contener unas arcadas. Tereshkova no presentaba
ningún tipo de emoción ante la macabra escena. De repente, la
criatura se enfureció he intentó sacar sus garras por los barrotes
de la jaula. Ekaterina se hizo para atrás mientras que Shoroviensky
cogió un bastón eléctrico de una mesa y atacó a la criatura. Esta
se replegó ante el chispazo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-No... No haga eso- dijo el científico,
el cual había vuelto a tartamudear- Mi... mirarle a los ojos le
en... enfurece aún más.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>La zarina se quedó ensimismada viendo
al “shurale” agazapado en uno de los rincones de la jaula. Tras
observar a la criatura durante un momento, fue hacia donde estaba
Shoroviensky. Ekaterina cogió al joven de la pechera con fuerza,
inclinó su torso para poner su cabeza a su altura y le dio dos
sonoros besos, uno en cada mejilla, sin importar que su rostro estaba
manchado de sangre.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Me encanta!- dijo Ekaterina, repleta
de felicidad- ¿Puedes tener listo un regimiento de 100 como estos?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Sí... sí, su... su excelencia- dijo
el científico, completamente sorprendido por la reacción de la
emperatriz.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Bien!- Ekaterina soltó a Mikhail y
se giró hacia Tereshkova- ¡Coronel! Habiliten un laboratorio en los
sótanos de palacio y proporciones todo el material necesario al
doctor Shoroviensky.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-Como ordene, su excelencia.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>Ekaterina volvió a alzar su cabeza
para hablar con el joven.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Y bien?- dijo- ¿Te interesaría ser
barón?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¿Ba... barón?- dijo Mikhail,
completamente nervioso como de costumbre- ¿Se... se refiere a... a
un título no... nobiliario? Bu... bueno, es to... todo un honor pero
ten... tendré que...</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>-¡Entonces serás barón!- gritó con
gran alegría Ekaterina- ¡Ja, ja, ja! ¡Tiembla, Alexandra, tiembla!</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Espero que os haya gustado. </div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Si veis algún error, avisadme. Lo he revisado bastante pero creo que se me puede haber pasado algo. Además, todavía tengo que practicar aún más el arte de la escritura.</div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-74882706093944804712013-01-08T02:30:00.001-08:002013-01-08T02:34:00.577-08:00Regalaco de Maesesag.¡Hola, gentes!<br />
Después de pasar estos reyes en Valencia, vuelvo a la carga y esta vez con una sorpresa que me ha alegrado el día o, quizás, el resto de semana.<br />
<br />
Abro Subcultura para ver las notificaciones (¡108!) y me encuentro con un mensaje en el buzón de maesesag, autor de "Punto Azul" (postapocalipsis, sexticornios y Carl Sagan en un mismo cómic. ¿A qué esperas para leerlo?) y me sale este pedazo regalo de reyes.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpETLjgterHOpUZaTyHdnshzGCDY08XiNBUdmv03wqoO4oaLR1yowPYYpeBwaU5IjVcABzodsB7so-pkePWTqZjmKZpL0P1lzIthI__LfUDu3072-sDMF3W3A9rY0esK45s9CN0RM7SVw/s1600/Ekaterina+por+Maesesag.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpETLjgterHOpUZaTyHdnshzGCDY08XiNBUdmv03wqoO4oaLR1yowPYYpeBwaU5IjVcABzodsB7so-pkePWTqZjmKZpL0P1lzIthI__LfUDu3072-sDMF3W3A9rY0esK45s9CN0RM7SVw/s640/Ekaterina+por+Maesesag.png" width="428" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>"¡Chúpate esa, Alexandra!"</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Nuestra emperatriz favorita en toda su gloria. Y con piel de zorro y todo.</div>
<div style="text-align: left;">
¡Muchísimas gracias, maesesag!</div>
Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-77463982193491010902012-12-21T02:43:00.001-08:002012-12-21T02:44:23.611-08:00Un viaje inesperado.¡Hola, camaradas!<br />
¡Ah! Hace tiempo quería criticar alguna película pero no veía la ocasión de hacerlo. Esta situación llegó a su fin el miércoles pasado, por la tarde, cuando fuí a ver "El Hobbit: Un Viaje Inesperado".<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://peliculas.labutaca.net/wp-content/uploads/2011/01/el-hobbit-parte-1-cartel2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://peliculas.labutaca.net/wp-content/uploads/2011/01/el-hobbit-parte-1-cartel2.jpg" height="320" width="224" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Mira que profesional se ha vuelto Platov. ¡Ya cuelga imágenes!</i></div>
<br />
<br />
Me encanta "El Hobbit".<br />
Me refiero al libro. De todos los escritos por Tolkien es con el que más disfruto e, incluso, me parece mejor que "El Señor de los Anillos". ¿Por qué? Por ese aire a cuento infantil de toda la vida pero que puede ser leído tanto por niños como por adultos.<br />
Esta fue una de las preguntas que me hice antes de entrar al cine: ¿conseguirá la película mantener ese feeling?<br />
<br />
La respuesta: sí.<br />
"Un viaje inesperado" mantiene ese aire de cuento de hadas que tanto me gusta. Los personajes, las canciones, la atmósfera de fantasía, todo está intacto en la película para que el espectador que haya leído el libro, y el que no, disfrute con la historia.<br />
Claro está, Peter Jackson se ha tomado sus licencias. ¿Es eso bueno o malo? En mi opinión, creo que no es malo pero tampoco es bueno.<br />
Me explicaré mejor: al igual que a la hora de adaptar ESDLA, pasar del papel a la gran pantalla una obra de tal calibre es harto complicado. No se puede contar todo pero tampoco hay que reducirlo todo ya que se correría el riesgo de simplificar la historia. Creo que esta fue una de las razones por las que el señor Jackson decidió partir el libro en tres partes. Sí, será una forma de sacarnos más los cuartos pero, gracias a ello, se ha conseguido contar la mayor parte posible de la historia.<br />
Los personajes también están bien definidos. Al principio, cuando vi las primeras imágenes de la película, no me gustaba mucho el aspecto de alguno de los personajes como Thorin (creedme, Thorin es mi personaje favorito). Sin embargo, al verlos en movimiento, la cosa mejoró. Cada uno de los enanos tiene su propia personalidad, incluso más marcada que en el propio libro.<br />
Ver al rey trasgo en pantalla fue una gran alegría: era tal y como me lo imaginaba cuando leía el libro.<br />
Además, la mayoría de los diálogos son calcados del libro aunque algunos han sido adaptados para la película.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://manuelberlanga.es/wp-content/uploads/2012/11/El-Hobbit-Poster-12-Enanos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://manuelberlanga.es/wp-content/uploads/2012/11/El-Hobbit-Poster-12-Enanos.jpg" height="235" width="400" /></a></div>
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Pero toda obra de arte es imperfecta.<br />
"El Hobbit" tiene algunas cosas que, sinceramente, no me gustaron demasiado. A nivel de historia, la presencia de Azog me parece metida con calzador.<br />
Para el que no lo sepa, este personaje no aparece por ningún sitio en la novela. Si se quiere ver a este rey orco, hay que ir a los apéndices que acompañan a "El Retorno del Rey", donde se explica que este tipo se enfrentó a los enanos por el control de Moria. Creo que Jackson buscaba meter a un villano más dinámico que el propio Smaug, el cual no saldrá hasta las siguientes películas. Me parece un gran error.<br />
Por cierto, su diseño me recordó al de Gotai del "Heroes V". ¿Coincidencia?<br />
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<a href="http://images2.wikia.nocookie.net/__cb20120401131812/mightandmagic/en/images/5/51/Gotai_chieftain_orc.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://images2.wikia.nocookie.net/__cb20120401131812/mightandmagic/en/images/5/51/Gotai_chieftain_orc.jpg" height="297" width="400" /></a></div>
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<a href="http://25.media.tumblr.com/7867ddc7f036cd1c08db0c379fd01ade/tumblr_mf7rk4xx0M1qlhszdo1_500.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://25.media.tumblr.com/7867ddc7f036cd1c08db0c379fd01ade/tumblr_mf7rk4xx0M1qlhszdo1_500.png" height="320" width="168" /></a></div>
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<i>Arriba, Gotai, caudillo orco del "Heroes V: Tribes of the East".</i></div>
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<i>Abajo, Azog tal y como sale en "El Hobbit: Un Viaje Inesperado".</i></div>
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Otro grave error lo encontramos a nivel tecnológico.<br />
Me estoy refiriendo a eso de rodar la película en 48 fps. Sí, la sensación de movimiento es más fluida y todo eso pero hay momentos de la película en la que por culpa de esta tecnología la imagen se ve algo borrosa, lo que perjudica en demasía la visión de los espectaculares escenarios que pueblan el film.<br />
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En conclusión, "El Hobbit" es una buena película con sus defectos.<br />
Si se quiere pasar un rato agradable lo mejor es olvidar en parte la historia del libro original y ver el largometraje como la versión de esta épica historia del director.Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-91138139458839436762012-12-17T08:29:00.003-08:002012-12-17T08:32:29.272-08:00En el nombre de Occidentia.¡Hola, chicuelos!<br />
Bienvenidos otra vez a "El Correo del Atamán", el único blog en el que no aparece ninguna ilustración y que, sin embargo, recibe fan arts.<br />
¿Por qué digo esto?<br />
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Vereis, Fabián, gran colega mío y culpable de que me aficionase al rol, es un gran dibujante. Ahora está probando con Photoshop y no se le ha ocurrido otra cosa que, sabedor de la existencia de El Orbe, hacer este pequeño fotomontaje:<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlzvoMlY8sK0HdLCHgrG-YrdktC0jNtnVZCbgDE54dzup4HFzaCmL1VHg5GHPrAnplwb1BTUDS1Jg2036xIeDQiK950nauIYFTgGDo4zcm8jKsigeneFC1ZCVV0q175Ld0Vrjfm93_FJA/s1600/Minuteman+Occidentia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlzvoMlY8sK0HdLCHgrG-YrdktC0jNtnVZCbgDE54dzup4HFzaCmL1VHg5GHPrAnplwb1BTUDS1Jg2036xIeDQiK950nauIYFTgGDo4zcm8jKsigeneFC1ZCVV0q175Ld0Vrjfm93_FJA/s1600/Minuteman+Occidentia.jpg" height="400" width="301" /></a></div>
Un auténtico minuteman de Occidentia dispuesto a reventarle la cabeza a todo aquel que intente invadir su país.<br />
¡Muchas gracias, Fabián! ¡Que el espíritu del Patriota Desconocido guíe tus disparos!<br />
<br />Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-69007245171975707092012-12-12T03:31:00.001-08:002012-12-17T08:37:10.122-08:00Rey y León.¡Hola, amantes de la historia!<br />
Después de este largo paréntesis debido a circunstancias académicas, vamos a darle de lleno otra vez a todo lo relacionado con la historia de la humanidad.<br />
El tema del post que vais a leer fue sugerido por Bretema. Hoy, vamos a conocer a una de las grandes figuras del siglo XVII: Gustavo Adolfo II de Suecia, el León del Norte.<br />
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Aviso: prohibido leer este post sin esta canción de fondo.<br />
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A inicios del siglo XVII, Suecia no era ni por asomo una gran potencia. Tan solo ocupaba un lugar importante en el norte de Europa gracias a sus contactos con la todopoderosa Liga Hanseática.<br />
Sin embargo, esta situación cambió cuando el rey Carlos IX murió en 1611. Su hijo, Gustavo Adolfo, heredó la corona sueca a la edad de 16 años, siendo coronado en 1617 al cumplir la mayoría de edad.<br />
El estado en el que el joven rey había heredado el trono era lamentable: Suecia estaba en una guerra interminable con Polonia debido a que su rey, Segismundo III, también era heredero directo al trono sueco. Además, a los daneses se les había metido entre ceja y ceja reconquistar los antiguos territorios suecos que pertenecieron en el pasado a la corona danesa. Sumadle a eso que el ejército sueco de principios del XVII era el más atrasado de Europa.<br />
Pero Gustavo demostró ser una persona digna de su cargo. Había sido educado en el arte de la guerra desde pequeñito, lo que le reportó grandes conocimientos a nivel táctico y estratégico. Como dato curioso, también le gustaba la cultura clásica, pudiendo hablar y escribir perfectamente en latín y en griego.<br />
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Lo primero que hizo fue remodelar por completo el anquilosado ejército sueco, tomando el testigo de su padre, el cual intentó iniciar esta reforma. En esta época, el ejército sueco usaba el mismo sistema de tercios que el ejército español. Sin embargo, el paso del tiempo demostró que esta forma de hacer la guerra estaba ya obsoleta. Padre e hijo se fijaron en el sistema holandés de combate, el cual aprovechaba mejor las nuevas tecnologías militares de la época: creación de milicias, tácticas de artillería avanzadas, nuevos tipos de formaciones, etc. Así, cuando Gustavo heredó el trono, envió a sus mejores generales a Holanda para aprender estas nuevas técnicas, así como compró armamento y mercenarios al país de los tulipanes.<br />
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La primera gran prueba para nuestro protagonista fue la guerra contra Polonia.<br />
No quiero pararme a contar batalla por batalla así que lo haremos rápido. Dejando al lado el hecho de que el rey polaco podía optar a heredar el trono sueco, Gustavo convirtió esta guerra en una lucha entre protestantes y católicos. Aislar a Polonia era fundamental y parecía que la cosa iba a funcionar ya que el nuevo ejército sueco era imparable. Por desgracia, Danzig jamás cayó a manos suecas por lo que la guerra no fue un triunfo aplastante. Lo peor llegó cuando el Sacro Imperio envió tropas para ayudar a las ciudades polacas católicas que habían sido asediadas por los suecos.<br />
Como veis, esta fue la antesala de la Guerra de los Treinta Años.<br />
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Suecia formaría parte del bando protestante en esta guerra interminable en el año 1628.<br />
No obstante, Gustavo ya visitó Alemania en 1620 para casarse. Su estancia en este país fue la piedra de toque para sus reformas militares. A su vuelta a Suecia, Gustavo redujo el número de soldados de una compañía a 150 y publicó sus "Artículos de Guerra" para acabar de una vez con la indisciplina que campaba a sus anchas por el ejército sueco.<br />
Tras las conquistas de los principados alemanes protestantes por parte de los católicos alemanes, Gustavo decidió que ya era hora de darle una lección a los Habsburgo. Se alió con estos principados y con algunos de los enemigos de la corona hispano-alemana en Europa. Pasmáos, pues Suecia recibió ayuda económica en 1629 del mismísimo cardenal Richelieu.<br />
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El 25 de junio de 1630, Gustavo desembarca en Alemania. Cuenta la leyenda que el mismo día en que ocurrió esto las nubes se transformaron en guerreros que luchaban en encarnizadas batallas y que los niños que nacieron en ese momento lo hicieron con graves malformaciones.<br />
Aunque esto sea más bien producto de la imaginación, no es de extrañar que la llegada de Gustavo a Alemania supuso un gran cambio en la guerra. El avance sueco era imparable. <br />
Sería en la batalla de Breitenfeld, el 7 de septiembre de 1631, donde Suecia demostraría su nueva capacidad armamentística, aniquilando al ejército católico y abriendo las puertas del país al rey sueco.<br />
En 1632, Gustavo controlaba todo el curso del Danubio a su paso por
Alemania. Estas conquistas imparables fueron las que le dieron el apodo
del "León del Norte".<br />
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Sin embargo, Gustavo encontró la horma de su zapato en Albrecht von Wallenstein, el mejor mariscal con el que los ejércitos imperiales podían contar. Nuestro protagonista, como buen estratega, sabía que debía de tomarse a este personaje muy en serio. En la batalla de Nuremberg, Gustavo conoció su primera derrota a manos de este gran militar al no poder acabar con los campamentos que los alemanes habían levantado alrededor de esta ciudad. Para colmo, Wallenstein se las ingenió para cortarle la retirada a los suecos invadiendo a Sajonia, uno de los estados aliados con Gustavo.<br />
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El fin llegaría en la batalla de Lützen, el 22 de junio de 1634.<br />
Aunque el ejército sueco ganó esta batalla, Gustavo no pudo ver la victoria de sus hombres. El "León del Norte" hacía gala de su epíteto: valiente y decidido, siempre quería estar en primera línea de combate. Otra de sus máximas era que ninguno de sus hombres sería abandonado si él podía ayudarlo. Esa fue su perdición. Viendo que una de sus compañías de infantería estaba demasiado expuesta al enemigo, decidió liderar una carga de caballería para protegerla. Sin embargo, al ir en la punta de la carga, era un blanco demasiado fácil para un buen tirador. Un disparo le atravesó el brazo, otro hirió a su caballo y un tercero le acertó en la espalda, cayendo de su montura y siendo arrastrado por esta unos metros al quedarse uno de sus pies enganchado en un estribo.<br />
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El león había sido cazado pero su rugido siguió oyéndose a lo largo de los siglos.<br />
<br />Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4259199286504657610.post-60393133671394283922012-11-26T08:29:00.003-08:002012-11-26T08:29:24.450-08:00Ella existió.Hay que ver como son las cosas.<br /><br />Resulta que esta mañana leo un post de Rata sobre el casual parecido de una actriz con uno de sus personajes: Makoto, nuestra japonesa virtual favorita.<br /><br />Pues me meto en mi perfil de Facebook y en uno de los grupos sobre steampunk a los que estoy apuntado, va y me sale esta imagen:<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2sM3bWKlI-NrKv1hU_DXqV0pgn9KHvkoLtUOKrADdmufqaSH0ByHZy6xsD6AbTjV1cuX2XSESuoF_V0Sis0ru_LmBjVtJqdd9jPFzU7N7qi7lpVtoOZR_rVkU651vjHWjou-rLctWTXk/s1600/Ekaterina.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2sM3bWKlI-NrKv1hU_DXqV0pgn9KHvkoLtUOKrADdmufqaSH0ByHZy6xsD6AbTjV1cuX2XSESuoF_V0Sis0ru_LmBjVtJqdd9jPFzU7N7qi7lpVtoOZR_rVkU651vjHWjou-rLctWTXk/s1600/Ekaterina.jpg" height="400" width="285" /></a></div>
<br />No se porqué pero me recuerda a alguien.Platovhttp://www.blogger.com/profile/18437605971974617916noreply@blogger.com0