martes, 5 de febrero de 2013

Los huesos del rey.

¡Hola, camaradas!
Iba a escribir un post sobre Joachim Murat pero lo aparco para más tarde porque, como muchos sabréis, la noticia histórica y arqueológica de esta semana es que han encontrado el esqueleto de Ricardo III de Inglaterra.


Retrato de Ricardo III

Arqueólogos de la Universidad de Leicester, en Inglaterra, llevaban bastante tiempo buscando el cadáver del monarca en un aparcamiento de la localidad, donde se creía que estaba enterrado. Tras varios años de trabajo, en una de las parcelas de excavación se encontró este esqueleto que tras un análisis de ADN con la técnica del Carbono 14 se cree que tenga toda la pinta de ser el de Ricardo.
El posible esqueleto de Ricardo III

Los restos de "heridas" en diversas partes del cuerpo demuestran que este hombre murió en combate, al igual que el rey.  Dos de estas heridas, una de un arma afilada que quitó un trozo de hueso y la del craneo, parecen pertenecer a las causadas por una alabarda, arma que según cuentan los cronistas fue la que dio muerte a Ricardo.
También cabe destacar la escoliosis que sufría el rey, con una columna vertebral impactantemente retorcida. Lloro con solo pensar en los dolores de espalda que debía sufrir. Sin embargo, Ricardo ha pasado a la historia por ser un gran militar, capaz de liderar a sus ejércitos en el campo de batalla a pesar de esta deformación.

Para el que no lo conozca, Ricardo III es una de las figuras clave de la llamada "Guerra de las Rosas" que enfrentó a las dos facciones de la dinastía de los Plantagenet, York y Lancaster, por el trono de Inglaterra desde 1455 hasta 1485, cuyo final supuso la llegada al trono de los Tudor.
Ricardo III formaba parte de la facción de los York y se enfrentó a los Lancaster en la batalla de Bosworth, en 1485. Durante el transcurso de la batalla, Ricardo vio la oportunidad de acabar con Enrique Tudor, líder de los Lancaster, llevando acabo una carga de caballería que ha sido tildada como el mayor acto de temeridad de la historia. Al perder el ímpetu de la carga y al estar sobre terreno pantanoso, el caballo de Ricardo quedó atrapado en el fango y fue herido de muerte. El rey fue rodeado por las tropas de los Lancaster. Antes que huir, Ricardo luchó hasta el final. Se cuenta que fue un alabardero el que le dio muerte.

Para la posteridad, Ricardo ha sido descrito no solo como un hombre valiente sino también como un tirano. Shakespeare, en su obra de teatro "Ricardo III", lo describe como un ser que sería la envidia de Maquiavelo: arrogante, malhumorado y siempre dispuesto a todo con tal de mantener su poder.
Sin embargo, algunas fuentes nos dan un retrato más agradable del monarca.

Y eso es todo.
Os prometo que Murat será el siguiente. ¡Nos vemos!

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